Quienes invierten con arreglo a la estrategia que se conoce como valor defienden que, una gestión activa basada en seleccionar compañías infravaloradas pero con buenos fundamentales, es capaz de batir al mercado de forma holgada en un horizonte temporal de largo plazo. Sin embargo, la realidad es que esta estrategia se está viendo penalizada frente […]
Quienes invierten con arreglo a la estrategia que se conoce como valor defienden que, una gestión activa basada en seleccionar compañías infravaloradas pero con buenos fundamentales, es capaz de batir al mercado de forma holgada en un horizonte temporal de largo plazo. Sin embargo, la realidad es que esta estrategia se está viendo penalizada frente a la que opta por empresas de crecimiento. De hecho, según reconocen desde una de las gestoras value de referencia en nuestro país, Magallanes Value Investors, “la dispersión en rentabilidad y en valoración entre ambas categorías se encuentra cotizando en sus máximos históricos”.
La evidencia de los datos
Un estudio de la gestora liderada por Iván Martín, entregado en el último encuentro con inversores y que coge como referencia el índice STOXX Europe 600, pone de manifiesto que “la rentabilidad promedio del conjunto de valores etiquetados como estilo valor, es decir, que cotizan a un múltiplo inferior a 10 veces los beneficios, ha sido del 11 por ciento acumulado en cinco años. Una cifra que se compara con la revalorización del 128 por ciento de los valores catalogados como crecimiento, es decir, los que cotizan a un múltiplo superior a 25 veces beneficio.
Además, si se alarga a 15 años el horizonte de estudio, los resultados aún son más llamativos: un alza del 70 por ciento del estilo valor frente al 900 por cien de avance de las compañías de crecimiento. Incontestable. ¿Por qué esa diferencia tan contundente?
Hay analistas que aseguran que uno de los factores que pueden explicar la tendencia del Value en la última década puede ser su exposición a valores financieros, penalizados entre otros temas por un escenario de tipos en negativo que no tiene visos de cambiar pronto. Pero desde Magallanes Value Investors subrayan otro aspecto: la migración masiva desde productos de gestión activa a gestión pasiva hasta alcanzar esta última datos estimados de 17 trillones de dólares. “El fortalecimiento de estrategias pasivas (…) hace que este fenómeno se retroalimente, de tal manera que lo que sube en mercado sea comprado por esas estrategias”, dado que su mandato consiste en replicar. Es por ello que, “el efecto bola de nieve hace que lo caro sea más caro y, lo barato más barato”.
¿Escenario ideal para gestores value?
Para el director de inversiones de Magallanes Value Investors, Iván Martín, el escenario actual de preeminencia del estilo crecimiento es “un escenario ideal para inversores como nosotros porque nos permite comprar a buenos precios lo que el mercado no quiere en ese momento, distraído en comprar lo popular”, señalan. Eso sí, subrayan que “comprar barato sin más puede ser una trampa de valor porque hay compañías que están baratas de forma justificada”. De ahí que se fijen mucho en que lo que compran tenga una situación financiera bajo control.
Y también desde Horos AM entienden que estamos en un momento apropiado para buscar oportunidades. “El escenario actual supone una oportunidad maravillosa para intentar comprar aquellas compañías que seguimos desde hace tiempo”. Empresas a las que “la excesiva penalización que están sufriendo o la falta de interés por parte de analistas e inversores, ha posicionado en el precio de entrada que buscábamos”, destacan a Dirigentes. Un ejemplo para esta gestora serían valores como Global Dominion o Alantra, compañías que ya habían tenido en el pasado y en las que, tras su corrección, han vuelto a entrar.