El Banco Central Europeo ha decidido subir los tres tipos de interés oficiales del BCE en 75 puntos básicos. En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 1,25 %, 1,50 % […]
Tipos de interésEl Banco Central Europeo ha decidido subir los tres tipos de interés oficiales del BCE en 75 puntos básicos. En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 1,25 %, 1,50 % y 0,75 %, respectivamente, con efectos a partir del 14 de septiembre de 2022. Es decir, la subida de 75 p.b. no solamente ha sido para el tipo general, sino también para los otros dos.
El movimiento se ha producido en línea con lo esperado por los expertos, que ahora se preguntan si el BCE podrá mantener el ritmo de subidas o tendrá que frenarlas de cara a final de año. "Los halcones del BCE son los que mandan, ya que abordar la alta inflación es la prioridad clave, pero creemos que la ventana para nuevas subidas se está cerrando rápidamente a medida que la realidad de las interrupciones del gas pasa factura. Seguimos esperando que el BCE abandone su ciclo de subidas a finales de año", explica Anna Stupnytska, Economista macro global en Fidelity International.
En este mismo sentido, los analistas dudan de que esta subida, por muy alta que sea, vaya a tener un impacto en la inflación a medio plazo. "Es dudoso que adelantar el proceso de normalización con el aumento de 75 puntos básicos de hoy tenga un efecto tangible en la inflación en los próximos meses. El encarecimiento de los precios de la energía y de otras materias primas se está trasladando a la inflación subyacente a medida que el incremento de los precios de los insumos obliga a las empresas a repercutir los costes, al menos parcialmente, a sus clientes", comenta Wolfgang Bauer, gestor del equipo de renta fija en M&G Investments.
Por otro lado, el banco central anunciaba sus nuevas previsiones para la inflación y el crecimiento económico en los próximos meses con unas notables modificaciones. Los expertos del BCE han revisado significativamente al alza sus proyecciones de inflación y ahora esperan que se sitúe, en promedio, en el 8,1 % en 2022, el 5,5 % en 2023 y el 2,3 % en 2024. Por su parte, los expertos esperan ahora que el crecimiento sea del 3,1 % en 2022, el 0,9 % 2023 y el 1,9 % en 2024.
Son unas previsiones que "parecen a priori demasiado optimistas este año, teniendo en cuenta que el suministro petrolífero y de gas natural está en entredicho. El problema todavía no es si veremos una espiral de inflación salarial, sino si el riesgo aumentará debido a la debilidad del euro y el exceso de demanda mundial. El crecimiento europeo podría caer hasta un 0,9% el año que viene, lo que significa que el problema de la inflación viene en gran medida del exterior", señala Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica de Nordea AM.
Finalmente, de cara el futuro se deja la puerta abierta a nuevas subidas para mitigar el alza, una opinión que mantiene Jan Felix Gloeckner, especialista en inversiones de Insight, parte de BNY Mellon IM y que contrasta con la de Stupnytska, quien espera un freno en las subidas a finales de año. "El Banco Central Europeo no dejó ninguna duda a los mercados de que se tomaba en serio la amenaza inflacionista, subiendo los tipos en 75 puntos básicos y afirmando que se producirían "varias" subidas más. Aunque el aumento de los tipos va a ser doloroso a corto plazo y se sumará a la presión infligida por la subida de los precios de la energía, el anclaje de las expectativas de inflación a largo plazo es fundamental para evitar una nueva espiral alcista. La decisión de hoy debería reafirmar el compromiso del banco central de volver a situar la inflación en el objetivo en los próximos años", asegura Gloeckner.