Ha sido CEO y fundador de Profim -primera empresa de asesoramiento financiero independiente creada en España-, director de estrategia de Tressis… ¿Qué le ha llevado a poner en marcha ahora este nuevo proyecto, Nextep Finance?
Hay varias razones. La primera es que creo que los servicios de asesoramiento independiente son especialmente adecuados para la revolución digital que está llegando al mundo financiero. Hasta ahora no había llegado por un motivo muy sencillo: que la gente que tiene dinero para ahorrar tiene más de 40 años y no es nativa digital.
El segundo motivo tiene que ver una revolución de precios que se está dando. Quizás en España no se perciba tanto como fuera porque hay muchas barreras de entrada pero la gente ahora quiere pagar por lo que vale. No se puede pagar un 2% por una gestión teóricamente activa que luego lo hace peor que un índice. El proceso de abaratar los costes de los fondos que no aportan valor va a cambiar el sector y aquí el papel del asesor financiero independiente no es solo que el cliente gane, sino que se ahorre mucho dinero en comisiones. Es otra forma de aportar valor.
Y el tercer motivo tiene que ver con Mifid. Todo lo que he dicho no solo es una tendencia del mercado sino que es una revolución legal. Ya no se puede decir que se es independiente si se vende un producto propio o si se cobra comisiones de terceros. El hecho de que la legislación deje claro quien es independiente y quien trabaja solo para el cliente es otra revolución. En definitiva, Nextep nace porque confluyen estas tres revoluciones que benefician enormemente al modelo de asesoramiento independiente que siempre he preconizado.
Se trata de un proyecto híbrido, en el que hay una parte de algoritmo y otra humana…
Somos totalmente independientes, es decir, no cobramos de ninguna entidad financiara, de ningún fondo que recomendemos ni de ninguna plataforma que aconsejemos. Y lo que hacemos es apoyarnos en la tecnología para reducir el coste del asesoramiento para nuestros clientes, para trabajar de una forma más barata y eficiente. Esto no significa que el cliente no pueda hablar con nadie, simplemente hacemos que las máquinas y algoritmos hagan aquello que hacen mejor que las personas (Back office y Middle office) y que las personas hagan aquello que hacen mucho mejor que los algoritmos, que es atender a la gente.
¿El cliente español ya ha asumido que debe pagar por un buen asesoramiento?
Mi experiencia es que lo ha asumido siempre. Desde el año 1996 nunca he tenido problema para cobrar el asesoramiento, lo que es un problema es intentar cobrar el asesoramiento y, a la vez, colocar un producto. El cliente español está dispuesto a pagar por el asesoramiento si es de calidad, independiente y el asesor trabaja para él. Lo que no está dispuesto, y con muy buen criterio, es a pagar porque le coloquen productos, que es lo que pasa mayoritariamente en el mercado nacional. La gente entiende perfectamente que hay que pagar a los profesionales.
¿Asesorar a los más conservadores es ahora el principal quebradero de cabeza? Porque sus recetas clásicas ya no sirven…
Después de obtener rentabilidad, la segunda misión que me propongo es bajar comisiones y, por lo tanto, soy partidario de la gestión indexada. Sin embargo, también creo que ahora mismo hay que pagar por una gestión activa en los productos conservadores que sean capaces de dar más que una cuenta corriente con una baja volatilidad. Encontrar ahora estos productos que puedan ofrecer moderada rentabilidad sin dar disgustos es muy difícil, por eso prefiero pagar a esos gestores y saber que obtengo ese resultado que pagar a un fondo de renta variable que haga lo mismo o peor que el índice, cuando puedo pagar mucho menos.
¿Los planes de pensiones son la opción más interesante de ahorrar para la jubilación?
No lo son, salvo fiscalmente. Y espero que eso cambie. La ausencia de competencia y el hecho de que tienen unas ventajas que no tienen los fondos de inversión u otros productos financieros ha eliminado el interés de los gestores de los planes de pensiones por hacerlo especialmente bien y, además, son muy caros. Sin embargo, la realidad es que hasta el límite que permite la ley, son de las pocas opciones que tiene el ahorrador para reducir la factura fiscal a final de año. Suele decirse que luego, en el rescate, hay que pagar igual pero normalmente la gente cuando se jubila gana menos que cuando está en plena actividad, lo cual significa que los porcentajes que paga por impuestos son menores cuando ya está jubilado. Está muy bien que los planes tengan esta ventaja fiscal pero debería darse en todos los productos porque hay que fomentar el ahorro para la jubilación pero no beneficiar a unos productos en concreto frente a otros. Dado que juegan con ventaja los planes no son muy competitivos como producto, son mejores los fondos de inversión, donde hay mucha más competencia.
¿Cómo ve el escenario para este 2020? ¿Ve opciones de inversión claras o mejor abanderarse a la cautela?
Todo el mundo lleva muchos años agarrándose a la bandera de la cautela. No es mi caso. En EE.UU. dicen que la actual es la subida más odiada de la historia porque se la ha perdido más gente que nunca y creo que esto tiene mucho que ver con que los vendedores de productos han pasado de vender expectativa de beneficio irreal en los años 90, en los que se excitaba la ambición de que el inversor se hiciera rico, a utilizar como argumento de venta el miedo desde la última crisis, algo que se magnifica por la influencia de las redes sociales. Yo creo justo lo contrario. Creo que hay una enorme cantidad de dinero que está en depósitos al 0%, en fondos de renta fija que van a dar muy poco, nada e incluso pérdidas, que necesita una rentabilidad y con que poco de ese dinero se vaya a renta variable se va a notar. Por lo tanto, yo soy optimista con respecto a la evolución futura de las bolsas con independencia de que en el corto plazo podamos tener subidas y bajadas.
2020-01-24 15:50:30