La telemedicina ha venido para quedarse

El año 2020 marca un punto de inflexión en todos los aspectos de la sociedad. Más aún en el ámbito sanitario. A la situación límite vivida en todos los hospitales españoles durante los últimos tres meses, se une la necesidad de evitar más contagios en este tipo de instalaciones con los medios disponibles. En este contexto, la tecnología se convierte en un aliado indispensable. La posibilidad de acceder a servicios asistenciales a través de cualquier dispositivo electrónico sin tener que acudir a la consulta -salvo en aquellos casos que lo requieran- ha ganado peso durante el confinamiento. A modo de ejemplo, el portal online para pacientes del grupo hospitalario Quirónsalud, ha superado los dos millones de usuarios, frente a los 1,7 millones de pacientes en diciembre de 2019. Demanda que se ha acelerado a raíz de esta situación.

Entre las ventajas de esta aplicación es que “permite una comunicación constante entre médico y paciente a través de la cual se puede conocer en todo momento sus necesidades, clave de cara a obtener mejores resultados en salud”, comenta el director de Transformación y Sistemas de Quirónsalud, Adolfo Fernández-Valmayor.

‘Mi Quirónsalud’ está disponible tanto en Google Play como App Store. En ella, los usuarios tienen acceso a su historial clínico y al resultado de todas las pruebas diagnósticas que se les han realizado. También pueden pedir o modificar citas, recibir alertas y recordatorios, así como estar en contacto con los especialistas que siguen su estado de salud de manera virtual, por lo que ahorra el desplazamiento al centro médico. Además, esta aplicación se ha adaptado para que pueda ser accesible a todas las personas, independientemente de sus características físicas, sensoriales, cognitivas o técnicas.

De este modo, se consigue adaptar los servicios asistenciales a las necesidades del paciente y hace posible continuar con el tratamiento en estos momentos. Pese a ello, recalcan que, si bien es cierto que la digitalización de estos procesos se engloba dentro del concepto de modelo asistencial del futuro, no es la base del mismo. “Es necesario que pasemos de digitalizar actos a controlar procesos y sepamos en cada momento qué es lo que necesitan cada uno de nuestros pacientes (…) cuál es el siguiente paso en su cuidado y que nos replanteemos unos nuevos procesos apoyados por la tecnología que nos permitan, de verdad, mejorar el cuidado de la salud”, sentencia Fernández-Valmayor.

Teledermatología

‘Mi Quirónsalud’ está disponible en varios de los centros en los que la compañía presta servicios asistenciales en ámbitos como la reproducción asistida, anticoagulados, endocrinología, alergias, cardiología, consultas de pre-anestesia y seguimientos o revisiones de cualquier patología, entre otros. En este sentido, una de las más destacadas es el área de dermatología. Con el objetivo de llevar a cabo un seguimiento de las lesiones dermatológicas en las circunstancias actuales, el Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid ha puesto en marcha un servicio de teledermatología. Para ello, conjugan la consulta telefónica con el envío de imágenes de las partes dañadas o de los resultados de las pruebas realizadas. Esta modalidad no presencial está indicada para revisiones de pacientes que presentan una patología crónica y que han sido valorados en consulta. Aunque por ahora las imágenes se envían por correo electrónico, próximamente se podrán subir a Mi Quirónsalud. 

Receta electrónica

Desde el pasado mes de abril, Quirónsalud trabaja con el sistema de receta electrónica. Esta posibilidad ya estaba extendida en el ámbito público y llega ahora al privado gracias a una iniciativa impulsada por los Consejos Generales de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Podólogos en colaboración con Sopra Steria, que ha sido la encargada de desarrollar una versión simplificada de la e-Receta. Con ello, se persigue dar un paso más allá para modernizar los procesos.

Así, el grupo puso en marcha el pasado 30 de abril un programa piloto que ha comenzado a funcionar en siete de sus hospitales. Se trata de Quirónsalud Córdoba, Policlínica Gipuzkoa, Quirónsalud Vitoria, Quirónsalud El Vallés, Clínica Rotger, el Hospital Universitario General de Cataluña y el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Está previsto que se extienda a más centros.

Este sistema también funciona a través de ‘Mi Quirónsalud’, en el que el paciente puede visualizar su medicación y acudir a cualquier farmacia, eliminando así la obligatoriedad de imprimirla y facilitar la atención no presencial. Solamente durante las primeras semanas se han generado alrededor de 1.000 recetas electrónicas.

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