Con la actual situación en la que la guerra de Rusia y Ucrania podría expandirse a otros países, toda la geoestrategia de Europa está cambiando mientras millones de ucranianos se asientan en Alemania, Francia o Polonia para huir de las bombas. Económica y socialmente, la Unión Europea no puede recibir por el momento más migrantes […]
InternacionalDirigentes Digital
| 30 mar 2022
Con la actual situación en la que la guerra de Rusia y Ucrania podría expandirse a otros países, toda la geoestrategia de Europa está cambiando mientras millones de ucranianos se asientan en Alemania, Francia o Polonia para huir de las bombas. Económica y socialmente, la Unión Europea no puede recibir por el momento más migrantes y refugiados procedentes de África.
Al principio del año, miles de personas saltaron otra vez la frontera en Melilla, Ceuta y Canarias. Además, Nigeria, Egipto, Marruecos y Argelia serán países clave para el dilema energético europeo y global después del bloqueo de Rusia por la invasión de Ucrania. Con la cooperación internacional se intentaría también frenar estos flujos migratorios gracias a una mejora de la situación económica y política en estos territorios. En este contexto hay que valorar el hecho de que España y Alemania han cedido a las ambiciones del Rey marroquí con el Sahara Occidental.
Además, con la escasez mundial de alimentos y fertilizantes a raíz de la guerra, Marruecos ha ganado en relevancia económica. El país tiene alrededor del 70% de los depósitos de fosfato conocidos en el mundo. Un 10% está en el Sahara Occidental que, con una superficie de 266,00 kilómetros cuadrados, es más grande que Gran Bretaña. Sin embargo, debido a la inseguridad de la zona solamente tiene 300.000 habitantes.
Se espera que todo esto cambie cuando haya un futuro claro para esta región de la que por el momento muchos marroquís saltan ilegalmente a Europa. Muchos acaban en Alemania, por lo que el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, y la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, han mantenido una videoconferencia que ha cambiado el rumbo de sus relaciones.
Los dos ministros han reafirmado el interés común por dar un impulso adicional a estas relaciones que se habían parado por temas del estatus del Sahara Occidental. La llave era que la nueva ministra Baerbock, a pesar de ser una activista humanitaria, se mostraba abierta a aceptar la posición de Marruecos en el Sahara Occidental.
El Gobierno alemán necesita al país para su plan de hidrogeno verde. En el Sahara se encuentra uno de los parques solares más grandes del mundo y que no está aprovechado adecuadamente por el momento, pero que ha sido financiado también por parte de Berlín.
Con sus nuevas posiciones, España y Alemania actúan en línea con EEUU y también con Israel, que ya hace dos años decidieron apoyar a Marruecos en sus ambiciones de ser el supervisor de una autonomía en el Sahara Occidental. “Detrás de este paso está la idea de poder aprovechar mejor sus recursos naturales y hacer de Marruecos un jugador socio-económico más importante en la zona”, dice el economista Javier Rivas de la EAE Business School.
Desde Argel, sin embargo, han rechazado este nuevo estatus para el Sahara Occidental. El país es el décimo mayor productor de gas del mundo y hasta ahora ha tenido cierto poder en el Magreb solamente por este motivo. Sus yacimientos se estiman en más de cuatro billones de metros cúbicos. El experto en energía argelino Mourad Preure cree que el país tiene un gran potencial, especialmente cuando se trata de gas natural no convencional, fracking: “Con 20.000 billones de metros cúbicos, tenemos la tercera reserva más grande del mundo”.
Aunque Argelia ha retirado a su embajador de Madrid debido al paso estratégico de Sánchez, fuentes americanas creen que el país no puede permitirse declarar la guerra energética a Europa por estar en una situación económica muy débil. Se espera que a medio plazo se abra otra vez la conexión de gas con Marruecos, ahora país enemigo.
Los movimientos de las últimas semanas son comprensibles desde un punto de vista económico, dice Jamal Amiar, analista político situado en Tanger: “En toda esta nueva situación hay que ubicar también a Israel que tiene cada vez más lazos comerciales con países islámicos como Marruecos”. Sin embargo, Amiar no ve que a corto plazo pueda haber un acercamiento oficial de su país con Argelia.
Esto explica también que los americanos sean cada vez más activos en la zona y quieran hacer de intermediario entre las diferentes posiciones. “Israel también ha retomado sus lazos comerciales con Egipto, de donde ahora importa gas”, cuenta Amiar que se encuentra escribiendo un libro sobre las largas relaciones sociales y comerciales entre su país e Israel: “Ahora todo es política, pero como se relacionan las personas y empresas muchas veces no tiene nada que ver con lo que vemos en las noticias”.
España, al contrario, no solamente es el socio más importante de Marruecos, sino que también es hogar de un millón de marroquís que exportan riqueza a su país con sus trabajos en el territorio de acogida. Casi 300.000 mujeres y hombres procedentes de Marruecos están cotizando en la Seguridad Social española.
Aunque el Gobierno español cree que con su paso de aceptar la supervisión marroquí en el Sahara Occidental baja la presión migratoria, se puede esperar que este número de trabajadores marroquís en España aumente más bien en los próximos años y que hasta haya acuerdos bilaterales que faciliten la entrada de trabajadores en España por el gran vínculo que ya hay a través de todas las familias y menores que ya se encuentran en territorio nacional.
“Nuestra economía casi no crece ahora mismo y la pobreza sin duda crecerá”, predice Amair. Por lo menos la inflación es mucho más baja que en Europa, aunque la guerra con Ucrania, de donde Marruecos importa gran parte de su trigo, tiene un impacto negativo en los precios de la alimentación. Por el momento la tasa de variación anual del IPC en enero de 2022 ha sido del 3,1%, 1 décima inferior a la del mes anterior.