En estos momentos en España hay 2,74 millones de personas teletrabajando, al menos ocasionalmente, desde sus hogares, lo que es lo mismo que decir que el 14,4% de la población ocupada dispone de un trabajo compatible con la modalidad en remoto. Una cifra un 4% inferior a la registrada hace un año y, también, el […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 07 abr 2022
En estos momentos en España hay 2,74 millones de personas teletrabajando, al menos ocasionalmente, desde sus hogares, lo que es lo mismo que decir que el 14,4% de la población ocupada dispone de un trabajo compatible con la modalidad en remoto. Una cifra un 4% inferior a la registrada hace un año y, también, el dato más bajo de los últimos cinco trimestres, según la información facilitada por la última entrega del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, elaborado por Adecco Group Institute.
El descenso de los últimos meses, sin embargo, contrasta con su grado de desarrollo respecto a hace tan solo unos años. Supera ampliamente al 8,3% que había a finales de 2019 y al 6,4% de 2016. En este sentido, el modelo de teletrabajo, tal y como dijo Piqué con Neymar: “Se queda”, declara a DIRIGENTES Cristian García, headhunter en S&You, quien añade: “Pero, en este caso, de verdad”. Y con algunos matices. Es decir, no solo está para quedarse, “si no para establecerse y consolidarse”. Dos elementos que la pandemia ha contribuido a impulsar la “evolución forzada” y la “adaptación necesaria”.
En aquellos puestos en los que sí es posible el teletrabajo, los candidatos cada vez valoran de forma más positiva el hecho de teletrabajar al menos un par de días a la semana. En este punto, el experto también pone en valor los packs de condiciones ofrecidos por las empresas en los que no se incluye únicamente el salario. Así, ahora los trabajadores consideran más “atractivas” aquellas “ofertas que ofrecen la posibilidad de teletrabajar total o parcialmente, aun siendo inferior el salario que en otra oferta que no lo ofrezca”.
“Es obvio que las habilidades, igual que la sociedad, cambian y evolucionan, y lo que antes funcionaba ahora ya no”, reflexiona García para explicar que en el mundo cambiante en el que vivimos, “la adaptación está a la orden del día”. Prueba de ello es la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, una situación “nueva” y “extraña” en la que “solo aquellas organizaciones que han sabido adaptarse han podido no solo seguir en el mercado, sino potenciarse y consolidarse”.
Así las cosas, los modelos de trabajo híbrido a los que progresivamente se están adaptando las organizaciones requieren un desarrollo de forma paralela de ciertas habilidades necesarias para alcanzar el ansiado éxito empresarial. Algunas de las destacadas por S&You son la flexibilidad, el liderazgo, la creatividad, las habilidades de comunicación, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo, de las que el headhunter aclara que “han de estar presentes en mayor o menor medida según el momento y la situación, pero siempre presentes”.
Además, en este punto, García resalta que la responsabilidad para adaptarse a los cambios en el ámbito laboral es tanto de la empresa como del propio trabajador, y sugiere la importancia de estar atento no solo a los cambios que vivimos actualmente, sino también a todos aquellos que vayan apareciendo con el tiempo, “pues la pandemia ha puesto en entredicho que algunas cosas se podían hacer mejor”.
De cara a la obtención del éxito empresarial y, teniendo en cuenta la progresiva implantación del modelo de trabajo híbrido, el desarrollo de estas habilidades resulta “vital” y, sin ellas, sería imposible mantener esta modalidad debido a dos elementos: la falta de implicación de los empleados con el proyecto y la falsa sensación de descontrol. En definitiva, “múltiples inconvenientes que harían, como ocurre en algunas empresas, que el modelo de teletrabajo no sea viable”. Por ello, concluye el experto, “es muy importante que los integrantes de la empresa a los que se les está dando esta oportunidad de trabajo en remoto formen parte del proyecto y se sientan parte del mismo”. Ya que, de lo contrario, “no será viable el teletrabajo y la implicación de esa persona será mínima”.