Alternativas a los combustibles fósiles como son la energía eólica, solar, hidroeléctrica, oceánica, geotermal, de la biomasa o de los biocarburantes propician la reducción de los gases de efecto invernadero. Estas fuentes renovables, además, amplían la variedad del suministro energético al tiempo que disminuyen la dependencia del petróleo o el gas. La actual legislación europea […]
NacionalDirigentes Digital
| 21 feb 2019
Alternativas a los combustibles fósiles como son la energía eólica, solar, hidroeléctrica, oceánica, geotermal, de la biomasa o de los biocarburantes propician la reducción de los gases de efecto invernadero. Estas fuentes renovables, además, amplían la variedad del suministro energético al tiempo que disminuyen la dependencia del petróleo o el gas.
La actual legislación europea sobre renovables establece que el 20% de las necesidades de consumo de energía bruto total de la Unión Europea para 2020 deben proceder de fuentes limpias. Un porcentaje que asciende al 35% para dentro de una década. Si se pone el foco en determinados países del bloque, la directiva detalla unos objetivos nacionales particulares. Por ejemplo, en el caso de Malta, está fijado en el 10%, mientras que en el otro lado de la balanza, Suecia tiene un porcentaje que roza los 50 puntos. En este sentido, ¿cuál es el panorama europeo actual del consumo energético renovable? ¿Están cumpliendo con los objetivos establecidos?
SUECIA, A LA CABEZA EN CONSUMO DE ENERGÍA RENOVABLE
Europa está encaminada a conseguir el objetivo de 2020. Se trata de un avance progresivo en el que desde 2004 ha aumentado significativamente en todos los países miembros. Las últimas cifras de la oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat, así lo indican ya que la cuota de las energías renovables en 2017 fue del 17,5%.
Suecia, el país ubicado en la península escandinava, es un ejemplo a seguir. Y es que ocupa la primera posición en consumo de energía renovable. Según el informe, el top 3 lo completan Finlandia y Letonia. En el otro lado de la balanza se encuentra Malta. La isla ubicada en el Mediterráneo es una de las tres que menos consumo de energía renovable utilizan. Solo Holanda y Luxemburgo se ubican por debajo. Pese a que Malta ha tenido solo el 7,2% de la energía proveniente de fuentes renovables, el gobierno maltés ha señalado que sigue en la línea de cumplir el objetivo del 10% para 2020 y mantiene su compromiso de proporcionar suficiente apoyo a la inversión local en energía renovable.
En general, los países caminan por la senda de cumplir el objetivo, los cuales difieren para cada uno. De los 28 Estados miembros, once de ellos ya han alcanzado la meta para 2020: Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Croacia, Italia, Lituania, Hungría, Rumanía y Suecia. España no es uno de ellos. Sin embargo, en el extremo opuesto, los más alejados de sus objetivos son Francia y Holanda, además de Irlanda, Reino Unido, Luxemburgo, Polonia y Bélgica.
Vamos hacia una Europa más “limpia”. En un contexto en el que la Unión Europea está a punto de cumplir su objetivo para 2020, el Comisario de Acción por el Clima y Energía de la UE, Miguel Arias Cañete, ha manifestado que en “una Europa con clima neutral, la generación de energía debería ser descarbonizada completamente para 2050, más del 80% de la electricidad será producida por fuentes de energía renovable”.
LAS RENOVABLES TIENEN UN GRAN PESO EN ESPAÑA
En la península ibérica, la energía renovable ha dado un buen tirón. Y es que contribuye a ese 17,5% de la UE, encontrándose a 2,5 puntos del objetivo de 2020. El importante peso que tienen en la estructura eléctrica del país se refleja en que el 40% de la producción ha sido cubierta por estas alternativas medioambientales. De este porcentaje, la eólica sobresalió con un 49% del conglomerado, seguida por la hidráulica con un 34% (que incrementó su producción un 85% en relación a 2017), la solar con un 11% y el resto de tecnologías supusieron un 5%.