La industria turística culmina la temporada estival más oscura que recuerda en años. Cuando se cumplen tres meses del final del estado de alarma, el aumento paulatino de los rebrotes y, con ello, la desconfianza entre los ciudadanos europeos de pasar sus vacaciones en España, han sembrado la desolación en este sector, que podría acusar […]
NacionalDirigentes Digital
| 22 sep 2020
La industria turística culmina la temporada estival más oscura que recuerda en años. Cuando se cumplen tres meses del final del estado de alarma, el aumento paulatino de los rebrotes y, con ello, la desconfianza entre los ciudadanos europeos de pasar sus vacaciones en España, han sembrado la desolación en este sector, que podría acusar unas pérdidas a finales de este ejercicio por encima de los 98.000 millones de euros, según cálculos de Exceltur. Durante los siete primeros meses del año, el número de visitantes extranjeros que llegaron a España se situó en los 13,2 millones de personas, con una caída del 72,4%. Para hacerse una idea del descenso, a 31 de julio de 2019 esta cantidad era de 47 millones de personas, 3,5 veces más.
Con estas cifras sobre la mesa, desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) alertan de “nuevos cierres” hoteleros en septiembre alentados, precisamente, por la desaparición de la demanda extranjera. Desde la organización aseguran que más del 80% de estos establecimientos todavía permanecen cerrados a causa de la pandemia, con la consiguiente amenaza de “decenas de miles” de puestos de trabajo.
“Los hoteles y alojamientos turísticos españoles se recuperan a una velocidad notablemente inferior a la del resto de la economía del país. Esto viene, en gran medida, provocado por el desplome de ingresos y la falta de turistas internacionales, que han obligado y siguen obligando al sector a echar el cierre de muchos de sus establecimientos”, remarcan. Desde la patronal argumentan esta declaración en base a los datos recabados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que arrojan que “únicamente” el 50% de los empleados de este nicho de mercado incluidos tras el estado de alarma en ERTE por fuerza mayor y un 23% de trabajadores en ERTE ETOP han salido de esta situación, frente al 78,41% de media en el resto de las actividades económicas. A este respecto, cabe destacar que uno de cada cinco trabajadores que continúan en suspensión temporal del empleo se dedican al mercado alojativo.
Más del 80% de los hoteles permanecen cerrados desde el inicio del estado de alarma
“El parón de la demanda está provocando la paralización total del sector y, si se prolonga en el tiempo, desaparecerán una gran parte de las empresas y el empleo”, comenta el presidente de Cehat, Jorge Marichal, quien también insiste en la necesidad de tomar “medidas valientes y contundentes” para controlar la curva y restablecer la confianza. A su juicio, entre otras medidas, la solución para conseguir la “supervivencia” de la industria turística pasa por el diseño de unos ERTE específicos para este mercado que se prolonguen como mínimo hasta Semana Santa de 2021 y permitan la entrada y salida de empleados en función de la coyuntura turística, además de una bonificación de la Seguridad Social para los trabajadores afectados.
De manera paralela, la última propuesta de la confederación para acudir al rescate de una industria “al borde del colapso” es la creación de “corredores seguros”. Con ello se evitaría echar por tierra la temporada alta de invierno en algunas zonas como las Islas Canarias, en línea con lo avanzado por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, hace un par de semanas en su visita al archipiélago. En concreto, abogan por la creación de un proyecto piloto de carácter “inmediato” en esta zona que serviría para que parte de los destinos que alcancen unos determinados objetivos sanitarios puedan emular este sistema también, con independencia de la parte del país en la que se ubiquen. “Es fundamental y urgente establecer y aplicar las medidas sanitarias necesarias para que se eliminen las restricciones, recomendaciones y cuarentenas en la Unión Europea”, precisan.
En cualquier caso, la implantación de estos corredores debería ir asociada “indiscutiblemente” al control de la curva de contagios, con la realización de pruebas sanitarias “fiables y rápidas” a los turistas tanto en la entrada como salida de los aeropuertos y otros medios de transporte. Con ello, se evitarían “las limitaciones y cuarentenas mencionadas con anterioridad, que ponen en peligro la próxima temporada alta de algunas zonas españolas y el futuro de la industria turística en su totalidad”.
Por otro lado, la cancelación de lo que queda de temporada de viajes del Imserso tras su suspensión a causa de la pandemia pone el broche final a un verano peculiar en las costas españolas. Ante la imposibilidad del funcionamiento de este programa en condiciones normales, el Consejo de Ministros decidió este martes darlo por finalizado.
Las reacciones de los principales agentes del sector no se han hecho esperar. Una de ellas ha sido la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunidad Valenciana (Hosbec), desde la que aseguran que esta decisión supone una “postura incompatible con la petición de corredores sanitarios”, así como con los bonos turísticos puestos en marcha por algunas comunidades autónomas, entre ellas, la Valenciana. “¿Pedimos que vengan turistas europeos, pero vetamos los viajes de los seniors españoles?”, asevera.
Frente a esta situación que tachan de “precipitada”, abogan por otro tipo de respuestas, ya que la demanda turística sigue existiendo, aunque sea mucho más baja que en años anteriores. “La cancelación, desde luego, es la peor de las soluciones si no va acompañada de otras medidas. Por ejemplo, podemos cancelar el programa actual porque el rígido sistema administrativo de la licitación no admite ningún cambio, pero de forma paralela, con el presupuesto disponible se pone en marcha un sistema de bonos para que los mayores que puedan desplazarse con su propio vehículo y deseen hacerlo, puedan seguir contribuyendo a la recuperación turística”, matizan.
Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, califica este anuncio por parte del Ejecutivo como una “malísima noticia” para este segmento que, además de llevar seis meses sin ingresos, también tendrán que prescindir de ellos durante la temporada baja. “Se da un mensaje muy negativo sobre la situación de España para los turistas”, incide al tiempo que sostiene la necesidad de que el Estado compense “este perjuicio” con un programa de incentivos para la demanda interna con el fin de reactivar la locomotora económica de este país.