La industria de la carne es el cuarto sector más relevante en España. Teniendo en cuenta que la producción porcina es la primera actividad cárnica nacional, este país es, además, el tercer mayor exportador de carne de cerdo, por detrás de EEUU y Alemania, según indica la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de […]
IndustriaDirigentes Digital
| 25 mar 2020
La industria de la carne es el cuarto sector más relevante en España. Teniendo en cuenta que la producción porcina es la primera actividad cárnica nacional, este país es, además, el tercer mayor exportador de carne de cerdo, por detrás de EEUU y Alemania, según indica la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE).
En base a la positiva situación previa que presentaba el sector, “la crisis del coronavirus, por el momento, está afectando escasamente a las exportaciones de productos cárnicos desde España, ya que tenemos una fuerte implantación en muchos territorios de la Unión Europea y países terceros, por la calidad de los mismos”, argumenta el Secretario General de ANICE, Miguel Huerta.
No obstante, Huerta alude a que esta pandemia ha tenido una consecuencia directa en el sector por la suspensión de las ferias alimentarias organizadas en diferentes puntos mundiales, que aportan valor añadido a las empresas de la industria y garantizan una mayor visibilidad de los productos españoles en el exterior. Todo ello, con la consiguiente pérdida de oportunidades de negocio y contactos comerciales.
Asimismo, el COVID-19 ha provocado algunos problemas logísticos, en cuanto a atascos en las aduanas, por ejemplo, los cuales se van solventando. En este sentido, el cierre de fronteras no afecta al transporte de mercancías. Todo ello para garantizar el suministro de alimentos y dar continuidad a la actividad económica.
En cuanto a la gestión de fronteras en relación a terceros países, desde ANICE están en permanente contacto con los Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y el de Industria, Comercio y Turismo, “no habiendo noticias de problemas en fronteras”.
Por su parte, el director general del Grupo Tello, Alfonso Alcázar, en lo que respecta a las exportaciones de carne a China, señala que se ha retardado “sensiblemente” la velocidad de sus entregas y achaca esto a un problema de transporte. “Los contenedores marítimos están bloqueados en puertos y hay baja disponibilidad para nuevas cargas” y añade que “todo el sector cárnico sufre las mismas consecuencias, la falta de contenedores de temperatura negativa necesaria, provoca retrasos en cargas y la afectación al cash flow, consecuentemente”. Una situación extensible a otros destinos como Corea o Japón, pero sin tener una afectación notable.
Es más, desde la Comisión Europea han lanzado una comunicación acerca de los controles en la frontera para un gestión eficaz y así proteger la salud y la integridad del mercado único.
Por su parte, Alfonso Alcázar prevé que “el estado de ánimo general, no favorecerá el consumo de nuestros productos elaborados en los mercados internacionales, sin embargo, las carnes congeladas sí seguirán siendo necesarias”.
Ante la demanda desmedida de productos alimenticios en los supermercados por parte de los consumidores, los expertos no consideran que se traduzca en un incremento en el precio, porque “no es un crecimiento real de la demanda, sino un proceso de avituallamiento por la preocupación de los consumidores ante esta nueva y delicada situación” argumenta Miguel Huerta, al tiempo que pone en valor la cadena alimentaria y el trabajo de los productores nacionales.
Desde la empresa especializada en productos cárnicos, Grupo Tello, han notado esta demanda en el incremento de las entregas en el retail, pero anulado “radicalmente” en el canal Horeca.
Por su parte, el Secretario General de ANICE, subraya que “la industria fabricante sí viene advirtiendo que la gran demanda de carne desde los países del sudeste asiático está generando una fuerte tensión en el mercado y esa competencia exterior sí podría producir un desabastecimiento de carne en el mercado nacional”.
El Gobierno ha aprobado una batería de medidas para apoyar a la economía, con lo que se van a movilizar 200.000 millones de euros, un 20% del PIB. A este respecto, desde ANICE consideran “imprescindible” que estas medidas se hagan realidad de manera “urgente” y que las entidades financieras puedan implementar de forma “inmediata” los mecanismos necesarios para la ejecución y puesta a disposición de las líneas de avales aprobadas por el Ejecutivo.
Asimismo, Miguel Huerta dice que se desconocen aspectos como la máxima cobertura concedida, si el importe total se asignará sectorialmente (para que ninguno se quede desprovisto de esta ayuda), los plazos de solicitud o si la asignación de estos avales conllevará alguna obligatoriedad o exigencia para la empresa beneficiada. En definitiva, indica que “no se conocen los mecanismos a desarrollar para poder utilizar estas herramientas de financiación”, en un contexto en el que queda patente la urgencia de hacer llegar la liquidez anunciada a las empresas.