A medida que el coronavirus se propagaba en España, sobre todo, en la segunda semana de marzo, en los supermercados se vivían escenas insólitas con estantes vacíos y compras masivas. Las imágenes con carros llenos de comida y papel higiénico han circulado por todas las redes sociales como un reflejo del pánico que comenzaba a […]
NacionalDirigentes Digital
| 25 mar 2020
A medida que el coronavirus se propagaba en España, sobre todo, en la segunda semana de marzo, en los supermercados se vivían escenas insólitas con estantes vacíos y compras masivas. Las imágenes con carros llenos de comida y papel higiénico han circulado por todas las redes sociales como un reflejo del pánico que comenzaba a extenderse entre la sociedad. Prueba de ello es que durante la primera quincena de este mes el consumo en grandes superficies experimentó un repunte del 25% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Son datos extraídos de la aplicación de finanzas personales, Fintonic, a raíz de los datos de gasto en compra y frecuencia de compra de 900.000 usuarios. En este sentido, la semana que va del 9 al 15 de marzo, fue una de las más agresivas, impulsada por el pico del día 10, que coincide con el anuncio del cierre de los centros docentes en la Comunidad de Madrid. De hecho, llegó a registrarse un aumento del 330% en la cantidad de personas que realizó alguna compra en este tipo de establecimientos. En línea con la cuota de mercado, Mercadona, Carrefour, Lidl, Dia y Alcampo fueron las más recurridas.
Fuente: Fintonic
Algo más diferente fue la primera semana de confinamiento. Entre el 16 y el 22 de marzo, el sondeo arroja que solamente el 35% acudió una única vez a comprar a grandes superficies de alimentación en esos días, cumpliendo a rajatabla las indicaciones del Ejecutivo.
Aunque el comportamiento es similar en toda la geografía española, destacan Cataluña y Aragón, en las que se ha detectado más de un pago en estos comercios. También se reduce el importe medio a 80 euros (un 17% menos) con respecto a la semana anterior. No obstante, esta cantidad se sitúa por encima de un día habitual, según los datos que maneja la fintech.
Hasta el decreto del estado de alarma, las salas de cine redujeron su afluencia en un 59% en la primera quincena de marzo, al igual que en la hotelería y restauración. Mientras que el pasado 6 de marzo, la caída era del 19%, el viernes día 13 ascendía al 56% la disminución del tráfico. Solamente les salvó un gasto significativamente superior, en términos comparables.
Otro de los grandes perjudicados ha sido el sector textil. El miedo a un posible contagio, unido a la incertidumbre que se cernía sobre la situación influyó sobre las principales cadenas de esta industria en cuanto a número de consumidores. Si se tiene en cuenta solamente el primer fin de semana de este mes, la reducción alcanzó el 28%.
Fuente: Fintonic
Precisamente estos dos últimos sectores son dos de los más afectados por la pandemia de coronavirus en los que el cierre de los locales ha ido acompañado de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs). Burger King, Zena Alsea (Vips), El Corte Inglés, Decathlon o Primark son solo algunos de ellos.
A la sombra se mantienen los centros comerciales. Ignacio Cernuda, CEO de LyC consultores, compañía dedicada al asesoramiento y comercialización de centros comerciales, asegura a DIRIGENTES que el cierre de los establecimientos que no ofrecen servicios de primera necesidad ha repercutido de manera “significativa” en este tipo de instalaciones.
Esto afecta al 90% de la superficie bruta alquilable (SBA) de los centros, con una tendencia a dos velocidades. Pues mientras en los centros urbanos que, por norma general, cuentan con un hipermercado y se puede acceder a ellos a pie, la caída de visitas oscila entre el 75% y el 80%, en los periféricos esta cifra ha alcanzado el 90%. Y aunque “aún es pronto para aventurar los efectos que esta situación pueda tener”, prevé que no serán positivos. Todo dependerá de la duración de la pandemia.