América latina es la segunda región que saldrá más afectada económicamente de esta crisis provocada por el coronavirus. “Nunca había visto números como estos”, asevera la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan, en un evento organizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI). A este respecto, la dirigente añade […]
NacionalDirigentes Digital
| 28 jul 2020
América latina es la segunda región que saldrá más afectada económicamente de esta crisis provocada por el coronavirus. “Nunca había visto números como estos”, asevera la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan, en un evento organizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI). A este respecto, la dirigente añade que un 9,4% de decrecimiento del PIB para este territorio es “brutal”. Un hecho como este lleva aparejada la pérdida de empleo – en el primer semestre ya se destruyeron 56 millones puestos de trabajo- y asegura que aumentará con ello la informalidad de Latinoamérica. Además del incremento de la pobreza y la desigualdad.
A esto también hay que añadir otras problemáticas derivadas de esta situación como el debilitamiento del tejido empresarial. Grynspan señala que ya se han disuelto tres millones de compañías en esta zona, sobre todo, pymes. “El balón de oxígeno que necesitamos es Europa” y reitera que el Viejo Continente “puede jugar un papel muy importante para la región”. En este sentido, destaca el liderazgo del sector privado como elemento fundamental para una salida exitosa de la crisis. Es por ello que recuerda que esta capacidad no solo es gubernamental, sino que también atañe a la sociedad civil y a las empresas del sector privado, en concreto.
En este evento se ha presentado el informe El papel del sector privado en tiempos de Pandemia: Ideas para el debate que pretende animar el diálogo y arrojar luz sobre el papel que debe cumplir el empresariado iberoamericano para superar la crisis económica y social. “El sector privado no puede aislarse. Debe aliarse con la sociedad civil y participar del diálogo y de las propuestas para llegar a buen puerto. (…) No hay que olvidar que el sector privado es el principal generador de empleo, y sus inversiones son claves para el crecimiento económico a largo plazo”, recalcan en el informe.
En línea con la intervención de la secretaria general de Iberoamérica, la presidenta de CEAPI, Nuria Vilanova, ha destacado como primera idea que el sector privado jugará un papel clave en la reconstrucción pospandemia.
“No se puede permitir que esta crisis coyuntural se convierta en una crisis estructural, y que los desbalances económicos y sociales no se enquisten en la región. No se puede permitir otra década pérdida para América Latina”, recalcan en el informe CEAPI y SEGIB.
Una vez más, se pone de manifiesto la necesidad de la colaboración público-privada. Vilanova recalca que se trata de unir la capacidad de aportar ideas y proyectos para tomar las decisiones adecuadas sobre dónde los países y las empresas tienen que apostar en estos momentos. Al referirse a esto, hace hincapié en palabras como empresa, resiliencia e innovación.
Por otro lado, esta crisis ha impulsado diversos cambios tecnológicos, especialmente, digitalización y automatización. En este sentido, la presidenta de CEAPI afirma que “vencerán las empresas que sean capaces de ‘tragarse el pez’, de invertir en transformación digital e innovación y contratar nuevos perfiles digitales”, aunque no se puedan generar tantos ingresos. Pero también destaca que es tiempo de apostar por la educación y la formación, porque “lo más importante son las personas” y, con ello, poder reconvertir a su capital humano ante la nueva realidad tecnológica.
El medio centenar de empresarios de la región iberoamericana que se han unido para elaborar esta propuesta también recalcan que “será ineludible” un nuevo pacto social, en el que trabajen de manera conjunta el sector privado, los gobiernos y el resto de la sociedad civil. Con el objetivo de que “pueda ayudar a superar este momento y, a la vez, corregir los temas estructurales que nos persiguen y eso requerirá de un gran diálogo”, subraya Rebeca Grynspan. A esta idea se unen otras como la necesidad de que los costes de esta crisis deben compartirse y no recaer excesivamente sobre ningún sector. Además, es importante que las medidas de apoyo al ámbito empresarial tengan en cuenta una dimensión sectorial y un enfoque microeconómico y no únicamente el macro. En relación a las pymes, sobre todo, Grynspan insiste en que “las empresas no necesitan endeudarse más, requieren transformarse”.
La reflexión que se ha destacado en el evento es que el desarrollo requiere más confianza. Es decir, “si queremos que haya inversión, que el empresario cumpla su esencia (creer en su país, en la sociedad, en su equipo y en un futuro mejor), solo cuando cree es cuando crea nuevos empleos”, destaca Nuria Vilanova. Buscar un clima de unión y esperanza mediante un diálogo abierto es importante para el territorio, para la inversión extranjera pero también de los propios países.