El mundo digital ha dado un acelerón en pos de superar la pandemia de coronavirus, ese minúsculo microorganismo que aprovecha el contacto humano para sobrevivir y expandirse. En tanto, las personas han evitado hacer sus gestiones de forma presencial, en vistas de que la tecnología proporciona la facilidad de llevarlas a cabo de manera sencilla, […]
BancaDirigentes Digital
| 01 mar 2021
El mundo digital ha dado un acelerón en pos de superar la pandemia de coronavirus, ese minúsculo microorganismo que aprovecha el contacto humano para sobrevivir y expandirse. En tanto, las personas han evitado hacer sus gestiones de forma presencial, en vistas de que la tecnología proporciona la facilidad de llevarlas a cabo de manera sencilla, a cualquier hora y en cualquier lugar.
El Banco de España constata que el uso de los cajeros se redujo un 31,25% en 2020, de modo que también cae la retirada de efectivo. El pago por medio de las web de los bancos así como por sus aplicaciones móviles ha permitido a los ciudadanos seguir haciendo frente a sus obligaciones, pero ha puesto en un apuro a las entidades financieras, que no han podido postergar más las reformas pendientes en su infraestructura tecnológica.
De ese modo lo perciben los dirigentes de Orizon, quienes reconocen en un encuentro con periodistas que el año pasado ha sido “especial por la covid” y que “ha distorsionado las cosas”. Tanto es así que esta compañía dedicada a optimizar los sistemas informáticos de los bancos ha incrementado su facturación un 51% y, en los próximos años, pretende pasar de los 1,7 millones de ingresos de 2020 a rozar los 20 millones en 2023.
El hecho de que los ciudadanos usen más los medios tecnológicos implica que los bancos han tenido que preocuparse por ofrecer una mayor estabilidad en sus servicios y unos tiempos de respuesta más competitivos. José Manuel Desco, director general de la compañía, reconoce que “la demanda sigue creciendo” y que eso ha hecho que el año haya sido “bueno desde el punto de vista de la demanda de clientes”.
En ese sentido, la banca ha hecho un esfuerzo durante 2020, según explica Ángel Pineda, CEO de Orizon, tanto por mejorar su tecnología como por solucionar los problemas pendientes. Desco describe la evolución de la digitalización de la banca como un proceso necesario que, no obstante, ha repercutido en “crecimientos tremebundos en banca digital”.
Con todo, defiende que el gasto en este aspecto “no es coste, es optimización”, además de una inversión inaplazable en vistas de que “muchos servicios se han tenido que trasladar al ámbito digital”. Por otra parte, la inversión del sector financiero se ha enfrentado a un entorno especialmente difícil, tanto por los costes que tiene esta inversión como por los obstáculos para generar ingresos, resume Desco.
Preguntado por las prisas de la banca para digitalizarse, este dirigente contesta a este medio con sorna: “Más que un dolor de cabeza, es una fuente de ingresos”. Las fusiones que se están cocinando pueden poner a prueba los sistemas informáticos de los bancos, teniendo en cuenta que tienen que soportar una demanda mayor.
Sin mencionar nombres, Desco se refiere al proceso de fusión más importante que se está dando en el sector en este momento diciendo que los procesos “están bien pensados, por su arquitectura, por clientes y por infraestructuras tecnológicas”. En esa línea, el hecho de que puedan surgir dificultades al unificar los servicios de dos bancos distintos genera un importante negocio para Orizon.
En cualquier caso, los dirigentes de esta compañía no se cierran las puertas a entrar en otros sectores además del financiero. Desde su punto de vista, el sector retail y el energético representan oportunidades de crecimiento. Por ello, en su plan estratégico se recoge la aspiración de que la banca represente un 50% de su facturación, frente a la actualidad, en la que genera la mayor parte de ella.