El pasado 26 de enero el BOE publicaba las directrices del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2022 en donde quedaban aprobadas las bases para que la Agencia Estatal de Administración Tributaria pudiera desempeñar su nuevo ‘Plan de Visitas’ a los negocios españoles. Su objetivo es reforzar la vigilancia y prevención de fraudes […]
Impuestos y normativasDirigentes Digital
| 03 feb 2022
El pasado 26 de enero el BOE publicaba las directrices del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2022 en donde quedaban aprobadas las bases para que la Agencia Estatal de Administración Tributaria pudiera desempeñar su nuevo ‘Plan de Visitas’ a los negocios españoles. Su objetivo es reforzar la vigilancia y prevención de fraudes en las empresas, proyecto el cual sufrió un significativo paréntesis debido a la pandemia.
De este modo, Hacienda comenzaba el año con el anuncio de su nuevo Plan de Visitas con el que se pretende que el pequeño empresario cumpla de buena fe con sus obligaciones fiscales para evitar así, multas o “cargas fiscales derivadas de los procedimientos de comprobación inspectora”.
Un gran porcentaje de las pymes que se ven obligadas a pagar este tipo de sanción no han cometido una infracción con alevosía, sino más bien ocurre por desconocimiento o un error puntual que es fácil que sucedan en este tipo de sectores que no cuentan con respaldo tributario muy sólido. Precisamente, es en este punto donde se pretende hacer hincapié desde Hacienda.
Estimando la situación en muchas de estas empresas, la Agencia Tributaria expone que el Plan de Visitas se trata de “técnicas basadas en la comprensión del comportamiento del contribuyente” sin otro fin que regular la situación actual de fraudes involuntarios de nuestro país. “Se desarrollarán actuaciones de comprobación e investigación sobre los obligados tributarios en los que concurran perfiles de riesgo”. Si esta medida tiene el fin de dar una “segunda oportunidad” a los obligados tributarios para que puedan enmendar su error fiscal, Hacienda no se muestra tan comprensiva ante aquellos sectores empresariales que no tengan intención de reglar su situación o incluso busquen la manera de incrementar sus fraudes mientras continúan con su actividad laboral. En este tipo de situaciones, el Fisco no se mostrará tan benevolente, imponiendo el pago de la sanción en un periodo de tiempo estipulado que puede llegar a ser inminente.
Estas inspecciones sorpresa suponen para la Agencia Tributaria apostar por la legalidad y regularización de todo el tejido empresarial para este 2022, sin embargo, son medidas heredadas del Impuesto sobre el Valor Añadido de 2017 (IVA).
La programación de la visita de Hacienda al negocio en cuestión pasa por diferentes periodos. Lo primero que se estudia es qué sectores son proclives a tener una economía sumergida dentro de sus negocios, para, posteriormente, elaborar un listado del colectivo para finalmente programar la inspección.
Suelen ser pequeños negocios con impagos del IVA sobre todo, aunque también están incluidos aquellos que reiteradamente aplazan los pagos o reconocen sus deudas aun sin tener ingresos.
A pesar de estar avalada por el Gobierno hasta el caso de poder hacer inspecciones a domicilios particulares, esta medida contra el fraude fiscal deberá ceñirse también al artículo 113 de la Ley General Tributaria. Independientemente de ser la visita a empresas o a la vivienda del contribuyente, la Agencia Tributaria deberá contar con una autorización judicial.
La nueva Ley Antifraude va un paso más allá y revisa algunas de las medidas de la Ley 29/1998. Para que se lleve a cabo este tipo de revisiones por parte de Hacienda, esta deberá tener la aprobación de los Juzgados Contencioso-administrativo que “clarifican el régimen de autorización judicial de entrada en el domicilio del obligado tributario”.
Solo el 10% de los pagos adeudados a las pymes se podrán cobrar con el plan de Hacienda