En un entorno tan competitivo y global, pequeños detalles que a simple vista parecen insignificantes pueden marcar una gran diferencia. Ofrecer un buen producto no es suficiente, también lo debe parecer para conquistar y fidelizar a los consumidores y este es solo el punto de partida. “Para diferenciarte tienes que entender al cliente, conocer sus […]
PYMESDirigentes Digital
| 18 feb 2020
En un entorno tan competitivo y global, pequeños detalles que a simple vista parecen insignificantes pueden marcar una gran diferencia. Ofrecer un buen producto no es suficiente, también lo debe parecer para conquistar y fidelizar a los consumidores y este es solo el punto de partida. “Para diferenciarte tienes que entender al cliente, conocer sus necesidades y saber cuál es tu espacio para competir”, comenta a DIRIGENTES el CEO de Ekon, Juan Antonio Fernández.
El primer paso para ello es ser consciente de sus propias limitaciones. Por su estructura, este tipo de organizaciones no cuenta ni con una facturación ni con un volumen de usuarios suficientes para rivalizar en precio con una multinacional, por tanto, el punto diferencial que puede aportar una pequeña o mediana empresa radica en la personalización. Para ello, Fernández pone como ejemplo las condiciones de entrega en el caso de una pyme industrial o la cercanía en las compañías de servicios. “El éxito del cliente (customer success) en la compra es algo que las pymes, cada vez más, están entendiendo”, añade al tiempo que remarca que estas han derivado hacia procesos enfocados a la experiencia del cliente en lugar de procesos transaccionales, “que no aportan valor” y que les permiten reforzar su postura respecto a los grandes competidores.
Como cabeza visible de esta compañía dedicada al desarrollo de ERP (antiguo Centro de Cálculo de Sabadell), Fernández ha destacado la importancia de la implantación de soluciones digitales en una compañía en todos los niveles.
Con más de dos décadas de experiencia en este ámbito, se muestra optimista en cuanto a la labor de concienciación que han llevado a cabo las empresas con menos de 250 trabajadores en materia digital. “Venimos de una etapa en la que la pyme no se daba cuenta del papel que desempeña la tecnología”, sostiene. Pese a ello, se lamenta de que menos de la mitad de pymes -que representan el 99% del tejido empresarial en España- ha adoptado un sistema integrado de gestión.
En una economía que tiende hacia la uberización, en la que las aplicaciones se han convertido en una amenaza real, el talón de Aquiles de estas organizaciones radica en el conocimiento de estas herramientas. “No hay una formación transversal en temas de digitalización en los colegios para que, cuando una persona llegue a la empresa -sea de la índole que sea-, entienda y comprenda cómo esta tecnología le puede ayudar a ser más competitivo y sostenible”.
En este sentido, el CEO de Ekon hace hincapié en el diseño de sistemas sencillos y fáciles de utilizar, que sean capaces de usar sin necesidad de formación previa. “La gente quiere enfrentarse a una tecnología con la que en pocos minutos sean capaces de sentirse cómodos. El mejor manual es el que no existe. A eso nos han acostumbrado las tecnologías hoy en día”.