La banca tradicional está avanzando rápidamente en la digitalización, también acelerada por la pandemia. Y por las circunstancias que se imponen en el sistema de financiación de las pymes. El análisis de las nuevas tendencias de la banca comercial indica que han llegado, para quedarse, nuevos prestamistas alternativos, y también considerados hiperflexibles, que están produciendo […]
BancaDirigentes Digital
| 05 abr 2022
La banca tradicional está avanzando rápidamente en la digitalización, también acelerada por la pandemia. Y por las circunstancias que se imponen en el sistema de financiación de las pymes. El análisis de las nuevas tendencias de la banca comercial indica que han llegado, para quedarse, nuevos prestamistas alternativos, y también considerados hiperflexibles, que están produciendo un cambio radical en el panorama de los créditos que solicitan las pequeñas y medianas empresas, según un estudio de Cap Gemini.
De hecho, la banca tradicional también impera en ese mercado, en el que ha irrumpido con fuerza a través de la implantación de la tecnología necesaria para llevarlos a efecto y, también, mediante acuerdos con los nuevos actores del mercado crediticio para ofertar a las empresas nuevos productos y servicios.
Sin duda, poniendo en valor más la forma que el fondo. Las tendencias en la banca comercial dan acomodo a lo que la consultora tecnológica Cap Gemini denomina “un cambio radical” en el negocio de créditos para pymes. Fórmulas adaptadas directamente a cada cliente y apoyadas en la tecnología con ofertas digitales que son fáciles de usar, a la par que rápidas y también eficientes y con las que, estos nuevos actores, se encargan de cubrir la demanda acumulada de las pymes.
Considera el estudio que las fintech están revolucionando el sistema crediticio, para dotar a los préstamos de una capacidad de procesamiento casi inmediata y de gran comodidad, que exige a las pequeñas y medianas empresas menores requisitos y supone, una mejor experiencia del cliente.
Y este último, es un factor fundamental, porque la simplicidad del proceso es especialmente significativa mediante la automatización inteligente, que se convierte, a decir del estudio, en una necesidad para los bancos.
De tal modo que las entidades tradicionales ya se encuentran en ese nicho de mercado, a través de acuerdos con estos nuevos actores de financiación o incluso implementándolas en sus servicios digitales, que han evolucionado de forma significativa en el último año.
Cap Gemini pone sobre la mesa en este 2022 hasta nueve tendencias más, entre las que destacan que las entidades también están aprovechando el análisis de los datos complementarios a su conjunto de servicios de préstamos, sobre todo para hacerlo más personalizado, eficiente y ágil.
Todo ello basado, dice, en el negocio de la experiencia, con la simplificación de los procesos, y prestando atención en la banca comercial a los denominados modelos “as a service”, que tenga una doble vía, para atraer a los clientes existentes y aumentar además la nueva captación. Y todo, con un coste de menor cuantía.
También en la gestión de tesorería, ya en tiempo real, que refuerza su ventaja competitiva e impulsa la eficiencia de las operaciones, reduciendo el buffer de liquidez. Además, considera que los bancos aprovechan la automatización inteligente para mejorar sus previsiones de flujo de efectivo, su cash flow, para ayudar a los clientes en la toma de decisiones informadas.
Y todo ello con la idea de sostenibilidad muy presente en todas las operaciones que realicen. Y es que, como señala Cap Gemini, en este momento ya el 90% de las empresas requieren préstamos que buscan el compromiso RSC, que son claramente compatibles con las posibilidades de monetización.
Oportunidades que, el estudio señala que pueden dar lugar a requisitos de capitales adicionales con las que impulsar oportunidades de negocio, que logren superar incluso, como ya se ha establecido en el caso concreto de Alemania, los 2.720 millones de euros a medio plazo.
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