Hace muy poco que los más realistas apostaban a que la recuperación vendría en 2022. Y algún experto más optimista advertía de que las cosas podrían ir aún mejor, teniendo en cuenta que la vacunación puede acelerarse y tener mejores efectos de los esperados a nivel económico. Los datos más recientes confirman que el entusiasmo […]
NacionalDirigentes Digital
| 01 jul 2021
Hace muy poco que los más realistas apostaban a que la recuperación vendría en 2022. Y algún experto más optimista advertía de que las cosas podrían ir aún mejor, teniendo en cuenta que la vacunación puede acelerarse y tener mejores efectos de los esperados a nivel económico.
Los datos más recientes confirman que el entusiasmo económico no se ha hecho de rogar ante el levantamiento de las restricciones y el avance de la inmunización. Según refleja el último informe ‘Panorama Económico, Junio 2021’ de CEOE, “en el segundo trimestre se observa un repunte notable de la actividad apoyado en el avance de la vacunación”.
Por eso, hay que subrayar que la actividad está mostrando una buena salud y, sobre todo, antes de lo previsto, ya que el repunte se esperaba para la segunda mitad del año. Los indicadores con los que cuentan las diferentes instituciones económicas avanzan un crecimiento de entre el 1,3% (AIReF) y el 2,2% (Banco de España) en el recién terminado segundo trimestre.
Los agentes económicos están mejorando sus expectativas y vuelven a los niveles precrisis. Los últimos datos de confianza del consumidor son “similares a los del primer trimestre de 2020”, antes de que se pudiera observar el impacto de la pandemia.
Por su parte, el comercio minorista ha mejorado cinco puntos en el mes de mayo, tras la retirada del estado de alarma, una vez que ha mejorado la situación presente de su negocio, así como las expectativas a futuro. En ese sentido, destaca el sector servicios, donde los indicadores muestran una importante mejora.
El consumo de las familias es el que está sosteniendo parte de este optimismo. El índice de comercio al por menor registró un “elevado dinamismo”, en especial en el gasto de no alimentación, lo que viene a mostrar que los hogares están cambiando sus patrones de consumo hacia un modelo más similar al de antes de la crisis.
Los indicadores de CaixaBank muestran que el gasto con tarjeta mejoró en el segundo trimestre de 2021 en un 4% con respecto al mismo periodo de 2019. No obstante, también habría que tener en cuenta que recurrir a la tarjeta es ahora más común que hace dos años, como consecuencia del cambio de hábitos provocado por la pandemia. Esto también se puede comprobar con los datos de actividad de TPV. Antes de la pandemia y en los primeros meses aún existía más de un 60% de comercios que apenas usaban esta herramienta. Ahora, el porcentaje de TPV inactivos apenas alcanza el 3,8%, de manera que se evidencia el mayor uso de tarjetas también en la modalidad presencial.
Por eso, conviene considerar ese aspecto al observar el gasto con tarjeta. Según datos de Bankinter Consumer Finance, el gasto con tarjeta se situó en 502,24 euros en mayo de este año, apenas dos euros por debajo de mayo de 2019.
Otro dato a tener en cuenta es el del gasto con tarjeta, más relevante si cabe en sectores como el ocio, los hoteles y los viajes. En ese sentido, el gasto en viajes se incrementó un 189% entre febrero y mayo en comparación con el mismo periodo de 2020, mientras que el gasto en gasolina se elevó un 31% en ese mismo tiempo.
Los expertos coinciden en que este aumento del consumo tiene que ver, en parte, con la retirada de las restricciones, pero también con el ahorro embalsado del último año y medio.
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