Annalena Baerbock es demasiado joven para gestionar los impuestos de los alemanes cree la viuda, abuela y madre de tres hijos, Irmgard Müller, que casi toda su vida ha votado al partido conservador de Angela Merkel, a la CDU. Cierto es que este otoño Alemania votará un nuevo Parlamento y, con gran certeza, será el […]
InternacionalDirigentes Digital
| 23 jun 2021
Annalena Baerbock es demasiado joven para gestionar los impuestos de los alemanes cree la viuda, abuela y madre de tres hijos, Irmgard Müller, que casi toda su vida ha votado al partido conservador de Angela Merkel, a la CDU. Cierto es que este otoño Alemania votará un nuevo Parlamento y, con gran certeza, será el fin de la para muchos “maldita” Gran Coalición entre SPD y CDU/CSU. Lo más probable, según las encuestas, sería una alianza entre conservadores y Verdes, esto también lo sabe Müller con lo poco que sigue las noticas. Ahora con las consecuencias del cambio climático ya presentes, la mujer de 76 años estaría dispuesta a votar esta vez a los Verdes (Die Grünen), “pero una mujer de 40 años no tiene suficiente experiencia”, teme. Muchos alemanes de su generación y también algunos de sus hijos piensan así. Sin embargo, el hecho de que sea otra vez una mujer la que se coloque al frente del gobierno alemán ya no asusta a nadie. De hecho, la revista alemana “Stern” cree que Baerbock es bastante similar a Merkel porque en el fondo las dos tienen un instinto muy materno gestionando, aunque la segunda nunca ha sido madre, mientras la líder de los Verdes si tiene dos hijas.
Además, para muchos periodistas alemanes, acostumbrados a políticos que nunca responden directamente a preguntas con detalle y con sinceridad, Baerbock es un soplo de aire fresco: es muy natural y sencilla, sus objetivos son claros y tiene conocimientos profundos sobre cálculos financieros acerca de la sostenibilidad en la producción a lo que ahora todos aspiran. Por ello, medios de comunicación tradicionalmente conservadores como Wirtschaftswoche han aplaudido su elección como candidata de los Verdes. Hasta en el mundo empresarial algunos esperan que ella se convierta en la nueva líder de Alemania y no el candidato de la CDU, Armin Laschet, que representa la línea clásica de políticos más bien oportunistas y poco coherentes. Por el momento es Baerbock quien lidera las encuestas de popularidad para el puesto de canciller.
Aunque Merkel debería haberse marchado antes por acumular demasiada experiencia en su puesto, sigue siendo uno de los políticos más valorados del mundo. Sin embargo, la hija de un pastor protestante ha dejado después de 16 años el país en un estado frágil, no tanto económicamente sino psicológicamente, lo que muchos ven como peligroso. No solamente se ha formado un bloque entre los “Querdenker”, personas que no están de acuerdo con la gestión de la pandemia y parte de ellos ni creen en la existencia de un virus, también se ha establecido una censura en los medios de comunicación y en la política sobre lo que se puede decir sobre extranjeros, mujeres, cambio climático o democracia. En la defensa rigorosa de la misma se pierde libertad de expresión en Alemania, lo que motiva a algunos a irse a vivir a otros lugares como Mallorca, según comenta el asesor fiscal Jens Schönfeld: “también es a causa de los impuestos, claro”. Los Verdes creen firmemente en la importancia de la política fiscal para orientar la economía hacia la sostenibilidad y la igualdad. “Es ya bastante seguro que se va a introducir pronto en Alemania un impuesto al patrimonio como en España”, cree Schönfeld.
El nuevo gobierno alemán tiene que abrirse otra vez a un debate libre en la sociedad en cualquier sentido, a la extrema derecha o izquierda, siempre que se quede dentro del marco constitucional vigilando la extrema derecha representada por AfD. Esto también incluye la estrategia sobre política de medio ambiente. La revista alemana TichysEinblick cree que Alemania lleva a cabo procesos que no son eficientes en materia energética y son contraproducentes con los objetivos del clima. Se refiere a la política anti nuclear y a favor del coche eléctrico. Para bajar el tono nacionalista de algunos Baerbock, defiende cierto proteccionismo y critica que China invierta en infraestructura global para luego crear relaciones de dependencia, por lo que Alemania debería proteger algunas industrias. Como partido totalmente a favor de Europa, la candidata a la Cancillería en las elecciones este otoño, piensa más a nivel europeo que alemán lo que debería gustar también a los españoles que han tenido que sufrir en el pasado el peso del poder alemán dentro de la UE.
Esta nueva percepción de la realidad de los Verdes la reconoce también el jefe del Instituto de economía alemana en Colonia, Michael Hüther: “su programa económico no se diferencia ya tanto de los otros partidos pero queda, como con todos, un poco de incógnita”. En general Baerbock sigue la línea de su partido de no defender nacionalismos, sino patriotismo. Para la nueva líder esto significa defender el medio ambiente y la economía local. También está a favor de la independencia económica y cree que la UE debería ser más firme con China, como por ejemplo lo es EE.UU: “no hay que ser ingenuo”. Ella se refiere, sobre todo, al poder económico de los asiáticos, lo que gusta en el sector empresarial que pide desde hace mucho tiempo más proteccionismo “a la americana” para los propios productos.
La joven mujer desde muy pequeña ha participado en competiciones deportivas y es consciente de la importancia del esfuerzo. Ella es conocida por haber introducido un estilo diferente en la política basado en escuchar al oponente antes de hablar. Nunca parece nerviosa en los programas de debate y maneja un gran volumen de datos económicos con lo que convence muchas veces hasta a sus críticos. Su carrera es coherente con lo que defiende como personaje político. Ha estudiado derecho y ciencias políticas en Hamburgo y se ha financiado ella misma su Máster en la “London School of Economics” trabajando además en una fábrica de coches, con lo que conoce profuntamente uno de los sectores más importantes de la economía alemana. Aunque muchos temen que los Verdes puedan prohibir pronto el combustible o emprendan acciones similares para conseguir sus objetivos climáticos, está claro que dentro de una coalición con la CDU/CSU tendrían que establecer ciertos compromisos. Las mayorías absolutas ya no existen en Alemania a nivel local, regional ni nacional. Siempre se forman coaliciones. Comparado con otros partidos, los Verdes son definitivamente una formación a la que le gusta ordenar la sociedad hasta el último detalle utilizando la fuerza legislativa y fiscal. Esto no le gusta a Hüther pero cree que, aunque el programa económico de los Verdes tenga todavía algunos fallos, con la estrategia actual serían un posible aliado para la CDU en un próximo gobierno.
El milagro de exportación de Alemania
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