Hace apenas una semana que el Gobierno anunció, en palabras del presidente, Pedro Sánchez, una movilización de recursos "colosal" y sin precedentes para sostener la economía española. En total, las medidas ambicionan poner a disposición de la actividad económica española 200.000 millones de euros, aproximadamente un 20% del PIB nacional. Es la respuesta a la […]
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| 24 mar 2020
Hace apenas una semana que el Gobierno anunció, en palabras del presidente, Pedro Sánchez, una movilización de recursos "colosal" y sin precedentes para sostener la economía española. En total, las medidas ambicionan poner a disposición de la actividad económica española 200.000 millones de euros, aproximadamente un 20% del PIB nacional.
Es la respuesta a la situación originada por el Covid-19, que ha obligado a España y a numerosos países a paralizar su actividad para frenar los contagios y evitar el colapso de sus sistemas de salud. No obstante, cada gobierno ha tomado distintas decisiones en función de sus circunstancias.
Frente a los 100 mil millones de euros en avales públicos puestos en marcha por España, Alemania y Francia se han mostrado dispuestos a movilizar la mayor cantidad de recursos de la Unión Europea. Además, el país que gobierna Angela Merkel ha aprobado desbloquear su equilibrio presupuestario para hacer frente a la situación, tras seis años de superávit.
En concreto, Alemania aprobó la semana pasada un Fondo de Estabilización específico para esta crisis, dotado con 500 mil millones de euros. De esa cantidad, 400 mil millones se dedicarán a garantizar deuda, en comparación con los 100 mil de España, y los 100 mil millones restantes estarán destinados a recapitalizar empresas. Asimismo, junto con la decisión de suspender las restricciones de déficit, Alemania ha aprobado un nuevo presupuesto suplementario de 156.000 millones de euros para hacer préstamos.
En parte, estas decisiones tratan de contrarrestar el pesimismo empresarial que reina entre los dirigentes germanos. El Instituto Ifo registró una caída de ocho puntos en la primera mitad de marzo, lo que representa el mayor descenso desde 1991. No obstante, como explican desde CaixaBank Research, "es de esperar que la caída del índice sea todavía más importante" cuando se tengan datos definitivos. A pesar de ello, las cifras disponibles apuntan "a un impacto económico contundente", dicen desde la entidad de análisis.
En cuanto a Francia, el inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron advirtió de que su país "está en guerra". Por ello, aprobó un plan de 300.000 millones de euros, con el objetivo de que "ninguna empresa francesa tenga que quebrar", dijo Macron, que se distribuirán a través de avales públicos para préstamos. Además, el ministro de Finanzas puso en marcha medidas valoradas en 45.000 millones de euros.
Otra de las medidas más destacadas es la de la suspensión de las facturas de gas, agua y electricidad, a la que el ejecutivo francés añade la suspensión del pago de alquileres, que en España ha quedado en el aire. La diferencia radica en la propiedad de estos servicios, que en su mayoría son suministrados por empresas públicas. En todo caso, el presidente galo aclaró que esta medida tendrá como destinatarias a las empresas en apuros.
Al comienzo de la crisis, el primer ministro británico, Boris Johnson, adelantó que no pretendía tomar medidas drásticas para frenar los contagios en su país. El tiempo ha acabado haciéndole cambiar de opinión y Reino Unido ha cerrado los pubs, además de pedir a la población que no salga de sus casas salvo para lo imprescindible.
Frente a esas restricciones, el gobierno británico ha provisionado 36.000 millones de euros para ayudar a las empresas. Al tiempo que anunció las restricciones, también se hizo público el compromiso de pagar el 80% del salario de los trabajadores de aquellas empresas que tengan que cerrar, hasta un máximo de 2.700 euros por persona. En este caso, el plan no tiene límite de fondos. Por otro lado, las empresas estarán exentas de pagar el IVA hasta junio, lo que supone una inyección de 30.000 millones de libras (32.690 millones de euros).
El primer país afectado por la propagación del coronavirus en Europa ha marcado el camino a seguir para el resto. Una de las principales medidas es la moratoria hipotecaria que también se ha llevado a cabo en España. En el caso del país transalpino, se aplica a quienes se hayan quedado sin empleo por la pandemia, durante un periodo máximo de 18 meses.
Además, el pago de impuestos de las pymes ha quedado paralizado. En lo que compete a los autónomos quienes podrán solicitar una moratoria fiscal y de cotización. La débil situación presupuestaria de Italia limita la capacidad de respuesta del país cuyo plan, no obstante, está valorado en 25.000 millones de euros, y se espera la luz verde de nuevas medidas fiscales.
Por su parte, la primera potencia mundial ha puesto en marcha diversas acciones para hacer frente al parón. A pesar de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que su país no puede "apagar la economía" y que eso "provocará más muertes incluso" que el coronavirus, ya se han puesto en marcha suspensiones de desahucios hasta finales de abril.
Por otro lado, la Casa Blanca ha impulsado la inyección de 500 mil millones de dólares para quienes lo necesiten, por medio de un pago de mil dólares por familia que comenzarán a distribuirse el 6 de abril. En cuanto a las empresas, Trump prevé destinar 300 mil millones de dólares a las pequeñas compañías más afectadas por la crisis, además de otros 50 mil millones a las aerolíneas, y 150 mil millones más para "otros sectores de la economía estadounidense gravemente afectados.