Un cambio drástico de estrategia marcaba hace unos días las declaraciones del presidente del Gobierno cuando anunció el envío directo de material militar ofensivo a Ucrania. Pedro Sánchez, se contradecía así mismo ante su firme elección de no enviar armas en un primero momento, sin embargo, la presión recibida por las grandes fuerzas europeas ha […]
NacionalDirigentes Digital
| 05 mar 2022
Un cambio drástico de estrategia marcaba hace unos días las declaraciones del presidente del Gobierno cuando anunció el envío directo de material militar ofensivo a Ucrania. Pedro Sánchez, se contradecía así mismo ante su firme elección de no enviar armas en un primero momento, sin embargo, la presión recibida por las grandes fuerzas europeas ha sido más fuerte que su (aconsejado) convencimiento inicial.
España abandonaba la idea de ser el único país de la UE con fuerte presencia política, en no enviar armas al país ocupado. De este modo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, detallaba horas después del anuncio de Sánchez, el número de material ofensivo que se destinaría a la lucha contra la guerra del Este. Ametralladoras, cartuchos tanto para fusiles como para ametralladoras y aviones con lanzagranadas con destino Polonia, por tratarse de un punto limítrofe con la frontera ucraniana.
Arsenal armamentístico de primera línea mundial que ayudará a combatir al ejército de Zelenski contra la invasión rusa. Pero España, además, cuenta con otro tipo de armas, armamento tecnológico altamente sofisticado la que el Ejecutivo prefiere no contar, al menos de momento, para esta guerra.
El ejército español cuenta con uno de los armamentos con mejor tecnología del mundo. Por tierra, mar y aire, las Fuerzas Armadas almacenan material militar extremadamente sofisticado y potente, que van renovando periódicamente y revisando con mimo para dar lo mejor de sí.
Uno de los mejores ejemplos de nuestro armamento militar aéreo, viene de la mano del Future Combat Air System (FCAS), sistema de combate diseñado por reconocidos ingenieros aeronáuticos de compañías como Airbus. Un caza y un dron escolta totalmente autónomo que aún a la perfección hardware y software, cuya inversión supera los 2.000 millones de euros y que podríamos ver en operativo en 2027.
El Ejército de Tierra nada tiene que enviar al de Aire. El VCR 8×8 Dragón será la próxima gran creación del más de la rama terrestre de las Fuerzas Armadas españolas. Una inversión de más de 1.200 millones de euros que comenzó en 2021 y verá la luz en 2024 a través de sus 348 unidades. Sus características llaman la atención de primeras: un motor de 12.700 cc con una potencia de 724 cv, una caja de cambios de 24 marchas, capacitado para ir 100 km/h por tierra y 10 km/h por agua, cañón incorporado con lanzadores de granadas…
España se está preparando para su nueva fragata F-110 que, a día de hoy, se sigue construyendo en Ferrol. Este buque de guerra contará con la última tecnología a lo largo de su eslora de 145m y su maga de 18m. Además de coordinar batallas y defensas mientras informa en simultáneamente de sus movimientos, cuenta con torpedos, sonoboyas y dispositivos sonar en el casco.
Pero la tecnología en nuestro armamento va más allá. General Dynamics European Land System (GDELS), trabaja actualmente en un vehículo controlado exclusivamente a distancia especial para misiones de gran peligro. Capaz de cargar hasta 500 kg de peso, también está capacitado para operaciones de logística y hasta para evacuar personas heridas. España, por tanto, también lidera sistemas no tripulados que requieren unos avances tecnológicos extraordinarios.
Las Fuerzas Armadas de nuestro país puede presumir de contar con un material armamentístico con la tecnología más avanzada, lo que le hace codearse con grandes potencias mundiales en este sector y, por tanto, hacer que nuestro ejército sea de los mejores preparados del mundo.
Gran parte de estos materiales provienen de alianzas internacionales cuyo fin es la mejora y renovación de los mismos, liderados eso sí, por reputadas empresas de ingeniería capaces de llevar al ejército español a lo más alto.
Liderar este terreno ha impulsado al Gobierno, sumado a la presión europea, a enviar la primera remesa de armamento a Ucrania para combatir contra el enemigo, aunque en este caso, no estén haciendo llegar material militar a la altura de la crisis. Misiles Stinger, con una tecnología no tan destacada, aunque sí fáciles de manejar, y armas de bajo calibre, ha sido lo que ha abundado en esta ayuda militar española a Ucrania.
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