Elegir una ciudad u otra a la hora de invertir puede determinar el futuro de dicha inversión. Por ello es capital considerar con atención, además del interés específico que pueda haber en esa urbe, otros aspectos que tienen que ver con las personas que pueblan esa ciudad y con su calidad de vida; además de su sostenibilidad, esto es, la preparación para enfrentar los nuevos retos de movilidad y contaminación; y, por último, la capacidad económica.

El pilar del beneficio mide la salud económica de una ciudad incorporando indicadores que reflejan la capacidad productiva de las ciudades de hoy, así como la presencia de la intraestructura y los factores reguladores que apoyan el crecimiento y la prosperidad en el presente y en el futuro.

El informe Citizen Centric Cities, realizado por la consultora neerlandesa Arcadis, analiza cuestiones como el empleo, el desarrollo económico, la facilidad para hacer negocios, así como la conectividad o la calidad de su educación universitaria.

Esos valores son los que determinan el atractivo económico de una ciudad y pueden decantar la balanza a la hora de invertir. Según el estudio de Arcadis, hay diez ciudades a lo ancho del mundo con unas características económicas que propician el crecimiento de las empresas.

Estas ciudades han sido evaluadas de cero a cien, donde el cero es una capacidad económica nula y el cien representa la ciudad perfecta para los negocios.

1. Singapur - 86%

2. Londres - 79%

3. Hong Kong - 78%

4. Nueva York - 68%

5. Múnich - 67%

6. Edimburgo - 67%

7. San Francisco - 67%

8. Boston - 66%

9. Zúrich - 65%

10. Seúl - 65%