Los datos de morosidad continúan en unos niveles estables, para alivio de los bancos. Sin embargo el aluvión de créditos avalados por el Estado –créditos ICO– sitúa sobre el tablero las dificultades que continúan arrastrando miles de empresas. Los datos de la consultora AXIS Corporate detallan que el sector bancario sigue de cerca la evolución […]
NacionalDirigentes Digital
| 06 abr 2022
Los datos de morosidad continúan en unos niveles estables, para alivio de los bancos. Sin embargo el aluvión de créditos avalados por el Estado –créditos ICO– sitúa sobre el tablero las dificultades que continúan arrastrando miles de empresas.
Los datos de la consultora AXIS Corporate detallan que el sector bancario sigue de cerca la evolución de una gran parte de los créditos que se materializaron con esas condiciones. Las empresas necesitaban liquidez, los bancos la prestaron y el Estado se comprometió a hacer frente a los impagos si sucedían.
De cualquier modo, los que pueden perder en este asunto a tres bandas son, sobre todo, las empresas que no puedan abonar sus deudas, y los bancos, que observan el impacto en sus cuentas. Se calcula que la mitad de los créditos se prestaron a empresas de sectores particularmente afectados por la crisis. Eso eleva la cifra a 50.000 millones de euros de una serie de líneas que alcanzaron los 100.000 millones.
Así, dos sectores figuran como principales beneficiarios: 14.841 millones de euros se prestaron al sector turístico, y otros 10.735, al área de infraestructuras y construcción. Según indica la consultora, gran parte de los créditos se han deteriorado o, dicho de otra forma, el 40% de las empresas beneficiarias ha pedido ajustar las condiciones de dichos préstamos.
Se calcula que el incremento en la tasa de crédito dudoso en los sectores más afectados es del 30% con respecto al semestre anterior. A eso hay añadir que no se trata de un aumento puntual, sino de una tendencia, por lo que se espera “que siga aumentando en los próximos meses”, dice Axis Corporate.
Antes de que hubiera dudas sobre posibles impagos, los bancos trataron de cubrirse con cifras de provisiones milmillonarias. Tan solo el Banco Santander se atrevió a liberar parte de esas provisiones, en vistas de que no las iba a necesitar.
Sin embargo, el resto del sector mantiene la prudencia, y de hecho el Banco de España incita a hacerlo. “El Banco de España se ha mostrado reacio a que las entidades financieras liberen provisiones”, dicen desde Axis.
Otros datos que llaman a la cautela tienen que ver con los pagos de las empresas. El plazo medio de pago ha crecido notablemente durante 2021 y se sitúa por encima de los 90 días. Si ese retraso en los impagos aumenta, el 27% de las empresas pueden ver comprometida su viabilidad.
Si el retraso en los pagos ha aumentado, las cifras de impago no son indiferentes a la tendencia. Frente al ratio del 3,1% en 2019, en 2020 ese porcentaje se elevó al 5,4%, mientras que en 2021, se moderó en el 4,8%.
Teniendo en cuenta esta problemática, que se agrava por los inconveniente que está causando la guerra en Ucrania, tanto el sector como el Gobierno se han dispuesto a reaccionar. Por un lado, se ha dispuesto otra línea de avales por valor de 10.000 millones de euros, mientras que los sectores más afectados podrán respirar un poco más tranquilos dado que se extienden el plazo de vencimiento y el plazo de carencia de los préstamos avalados por el ICO.
Hay que tener en cuenta que en el peor de los casos el aval del Estado sería el último en ejecutarse. Es decir, si una empresa no puede pagar sus deudas, el banco agotará otras vías para recuperar el dinero como embargar los bienes del deudor o ejecutar otros avales no estatales. Ese proceso dificultaría la recuperación de la deuda por parte de los bancos, además de que está por ver si el Estado estaría dispuesto a abonar el dinero pendiente o, si por otro lado, optaría por soluciones alternativas.
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