Si algo está claro, es que nada va a ser igual una vez que finalice la pandemia. No se sabe exactamente en qué medida, pero lo cierto es que el mundo, la manera de trabajar y los hábitos de consumo van a cambiar y hay que estar preparados para ello. Pero siempre desde una postura optimista. La recesión de 2008 abrió la puerta a la digitalización. Doce años más tarde, ha llegado la hora de exprimir las oportunidades de negocio que ofrecen los avances tecnológicos al máximo. Un estudio del Innova Institute de La Salle URL recoge los ámbitos más interesantes para emprender en esta nueva etapa que ya ha comenzado.
Teletrabajo
Aunque la posibilidad de trabajar desde casa ya existía -para los empleos que así lo permiten- esta fórmula no estaba lo suficientemente extendida en España antes de la irrupción de la COVID-19. Si bien es cierto que herramientas como Google Hangouts, Skype o Slack y las plataformas específicas para webinars ya existían previamente, no ha sido hasta ahora cuando su uso se ha disparado.
En este sentido, los expertos ponen el foco en la importancia de que, una vez finalizada la pandemia, las empresas contraten un buen proveedor para este tipo de servicios y tengan tiempo para formar a sus empleados. Así, en caso de producirse una situación similar, bastará con activar el protocolo de teletrabajo. Es por ello por lo que el ámbito de la consultoría y la formación para ayudar a las empresas a desarrollar mecanismos de trabajo en remoto cuenta con un amplio potencial por delante.
Seguridad en las conexiones
Los ciberataques a empresas y particulares se han incrementado en las últimas semanas. También se han producido en algunos hospitales. Con el confinamiento, empleados de todo el mundo se han conectado a sus puestos de trabajo desde redes domésticas y ordenadores personales.Sin embargo, la mayor parte de las empresas no disponen de líneas VPN (red privada virtual) para el acceso a datos sensibles desde los hogares, ni ordenadores debidamente revisados y con garantías de que están libres de virus. A ello hay que añadir que muchas organizaciones no se han dado cuenta hasta ahora de las vulnerabilidades en sus datos y servidores porque nunca se habían producido circunstancias como las actuales. De ahí que los servicios relacionados con la seguridad online cobrarán gran importancia en el futuro.
La impresión 3D
La industria de la impresión 3D puede ser la solución a muchos de los desafíos que se han originado a raíz de esta pandemia con la impresión de herramientas y objetos sanitarios. También sirve para otros elementos de uso personal como máscaras antimicriobianas y de oxígeno, así como para cubrir los botones de los ascensores o accesorios para abrir puertas, lo que evita el contacto directo con las superficies metálicas, en las que el virus tiene “una permanencia activa mayor”.
Acceso a la sanidad
Entre los muchos problemas que ha provocado el coronavirus, se encuentra el colapso de los servicios sanitarios. En este escenario, la telemedicina se ha planteado como una alternativa en aquellos casos en los que sea factible. En el momento actual, ya existen plataformas de diagnóstico y seguimiento de tratamientos a distancia en áreas como la radiología, cardiología, oftalmología y dermatología. Sin embargo, todavía hay un gran margen de recorrido para aquellas compañías que sean capaces de combinar inteligencia artificial con diagnóstico médico y que desarrollen la posibilidad de realizar test desde casa.
Por otro lado, con el despliegue del 5G, las posibilidades de nuevos emprendimientos se multiplican. A modo de ejemplo, esta tecnología permite monitorizar con precisión las temperaturas de un objeto en movimiento en tiempo real sin contacto y emitir alertas de temperatura anormales. Este sector cuenta con oportunidades relacionadas con los sistemas de Big Data y gestión de datos complejos, para entender y compartir la información que se genera en tiempo real.
Formación online
Ante la suspensión de toda actividad docente, solamente queda recurrir a la tecnología para continuar con el curso académico, en la medida que sea factible. Instituciones de todo el mundo se han visto en la dicotomía de llevar a cabo la formación online o cancelar las clases. Este escenario ha dado lugar a la proliferación de compañías dedicadas a la creación de contenidos multimedia o workshops. También las que se dedican al mantenimiento de plataformas tecnológicas. Según datos de la Fundación Telefónica, el crecimiento anual de este nicho de mercado se sitúa en el 20%, por lo que de aquí en adelante se espera un repunte mucho mayor.
Acceso a la cultura
El efecto de la COVID-19 ha conducido a una aceleración de la transición del modelo de consumo de la cultura hacia la digitalización. Los museos, salas de cine, teatros, conciertos, giras o eventos como la Feria del Libro han tenido que suspender su programación durante estos meses. Aunque se espera que retomen su actividad habitual una vez finalizado el proceso de desescalada, esta situación abre un nuevo camino para las compañías del sector de cara a facilitar su inmersión total en el segmento de los eventos en remoto.
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