La fusión con Bankia y la normalización de la situación sanitaria han dado un vuelco a las cifras de fin de año de CaixaBank. Ya el año pasado fue de las pocas entidades que no obtuvo pérdidas, sus resultados alcanzaron los 1.381 millones de euros, lo que lo situaron como el banco español con mejor resultado.

Este año, se produce una nueva vuelta de tuerca con los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia, que añaden 4.300 millones de euros del fondo negativo de comercio. En total, el resultado atribuido se eleva a 5.226 millones en 2021, casi cinco veces más que el año pasado.

No obstante, el banco pone énfasis en señalar que se trata de una cifra extraordinaria, alejada de lo que puede generar el banco en un año normal sin esos impactos positivos y negativos, que también los hubo. Sin ir más lejos, la reestructuración de empleo tuvo un coste de 1.433 millones.

Así y todo, CaixaBank obtuvo unas ganancias de 2.359 millones de euros en 2021. Asimismo, la entidad señala que ha conseguido mantener el pulso comercial y se sitúa en una situación ventajosa con respecto a la competencia.

Estas cifras llevan a la entidad a acometer un reparto de dividendos propio de tiempos anteriores a la pandemia. Hay que recordar durante meses pesó sobre la banca la recomendación del Banco Central Europeo de reducir o eliminar los dividendos.

El presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, avanza que se entregarán 1.100 millones de euros en dividendos, el 50% del beneficio llamado recurrente, ese que excluye impactos extraordinarios. De cara al futuro, Goirigolzarri muestra su intención de que ese porcentaje se pueda elevar hasta el 60%