Sacyr registró unos datos en el primer semestre que, en líneas generales, mejoran los del mismo periodo del año anterior. La constructora alcanzó un EBITDA de 315 millones de euros en el primer semestre de 2019, el 32% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Por su parte, el beneficio neto se situó en 80 millones de euros, con un aumento del 11% respecto del registrado entre enero y junio de 2018.

Según explica la compañía en un comunicado, “este fuerte crecimiento” se cimenta “en la rentabilidad, en la disciplina financiera y en la consolidación en nuestros mercados estratégicos”, dice Sacyr.

Asimismo, la compañía añade que su crecimiento en 2019 se basa en la buena evolución de las áreas de negocio. El EBITDA de Ingeniería e Infraestructuras creció a un ritmo del 70%, el de Servicios, al 26% y el de Concesiones avanzó el 17%.

El 77% del EBITDA se obtiene de activos concesionales que tienen un bajo riesgo de demanda. La rentabilidad de los negocios, medida por el margen de EBITDA, crece el 19% respecto del que se registraba hace un año y pasa del 13,2% al 15,7%.

También el flujo de caja operativo se incrementa y alcanza los 183 millones de euros en el semestre, el 44% más que los 127 millones registrados en el mismo periodo de 2018.

La cifra de negocios de Sacyr superó la barrera de los 2.000 millones de euros (2.009 millones) en el semestre tras aumentar el 11%. El 58% de esa cifra se obtuvo en los mercados internacionales.

Este crecimiento de doble dígito es consecuencia del éxito en la contratación registrado por todas las áreas de negocio durante los últimos ejercicios.