Embarcarse en la aventura del emprendimiento puede resultar una aventura, cuando menos, apasionante. Cada detalle se cuida con esmero y son muchas las dudas que se tienen sobre si el negocio ha tomado la forma correcta. Sin embargo, hay un aspecto que se descuida por encima de todos los demás y al que paradójicamente no […]
PYMESDirigentes Digital
| 04 mar 2019
Embarcarse en la aventura del emprendimiento puede resultar una aventura, cuando menos, apasionante. Cada detalle se cuida con esmero y son muchas las dudas que se tienen sobre si el negocio ha tomado la forma correcta. Sin embargo, hay un aspecto que se descuida por encima de todos los demás y al que paradójicamente no se le quita ojo una vez lanzado el negocio: la competencia.
La plataforma de Coworking, Talent Garden, ha elaborado una guía práctica con consejos sobre cómo tratar la competencia antes de sacar adelante un proyecto. Se trata de un aspecto en el que muy pocos deparan de manera preliminar al despliegue del proyecto y, pese a ello, resulta crucial para determinar si verdaderamente existe una oportunidad de mercado sólida. “Comprender las necesidades de los clientes potenciales no es suficiente, una parte crucial de la fase inicial consiste en entender quiénes son sus competidores”, añaden en el informe.
Los expertos inciden en que la falta de proyectos en competencia podría ser el primer indicador de ausencia de una oportunidad real. “No tenemos competidor”, “Nadie pensó en esto antes”, son frases habituales en este tipo de situaciones y que, al contrario de lo que puedan parecer, generan desconfianza entre los potenciales inversores, quienes, en ocasiones, están más informados sobre el negocio de las nuevas empresas.
De la misma manera que los inversores evalúan tanto la situación actual como las nuevas oportunidades, las nuevas empresas también deben considerar la competencia pasada y analizar la razón que les llevó a fracasar en algunos casos. Eso sí, siempre teniendo en cuenta tanto el escenario pasado como futuro y sin descartar la posibilidad de que Google u otras grandes empresas persiguieran su mercado.
En este sentido, responder a preguntas como ‘¿cuál es el valor agregado de mi startup? ¿Por qué es diferente a todo los demás?‘ resultan determinantes después de llevar a cabo una investigación de mercado inicial. Los fundadores con experiencia previa en el mismo mercado suelen tener mejores intuiciones y tienden a visualizar proyectos que se diferencian mucho de los demás en materia de producto o acceso al mercado.
La mayoría de los fundadores pasa demasiado tiempo preocupados por los competidores, sin deparar en la pérdida de tiempo que ello ocasiona. Según los expertos, lo recomendable es intentar organizar una revisión mensual o trimestral de los nuevos productos de sus competidores. “Las startups exitosas se centran en sus objetivos y en su visión, independientemente de sus competidores”, añaden en el informe.
Por último no hay que olvidarse de que si bien compartir secretos con la competencia no resulta una buena idea, establecer relaciones amistosas es una estrategia inteligente. Por regla general, los competidores conocen el mercado, por lo que escuchar su perspectiva puede aportarle una mayor visión de negocio, especialmente, en los eventos de networking.
Llegados a este punto y siguiendo estas recomendaciones, el emprendedor solamente debe competir con su producto y aportar su enfoque personal. “Nadie más será como tú, porque no ven el mundo como tú”, concluyen.