No descubrimos nada nuevo si decimos que la actuación de los bancos centrales en los últimos años ha complicado las opciones de los inversores de renta fija. En un entorno de políticas ultra laxas, la búsqueda de rendimiento es primordial y parece que no hay demasiadas opciones, de modo que es clave afinar y ser muy selectivo.
Deuda soberana zona euro
Cristina Gavín, analista de Ibercaja Gestión, no ve mucho valor, en general, dentro de los bonos de gobiernos. “Aquí lo más interesante quizás sea deuda italiana jugando un poco al rango porque la situación política parece que está más encarrilada aunque no se ha solucionado”. La estrategia sería entrar “si vemos un repunte del bono y en cuanto corrija a niveles en el dos años entre el 0,10 y el 0,15 jugar a deshacer”.
Italia es también una opción para Javier Domínguez, director de AurigaBonos.es. “Nunca hay que perder de vista la renta fija y, prueba de ello, es que el fondo más activo del mundo, el fondo soberano de Noruega, tiene un 35 por ciento de su cartera en renta fija en términos globales”. “El tema está en encontrar el país que te deja mejor margen con menor riesgo”, señala y, para Domínguez, esos países son ahora los periféricos europeos. “Tendría una cartera de bonos europeos, que son muy líquidos. Una cartera entre el bono español, el portugués o el italiano, sin olvidar a Grecia porque su estabilidad ahora mismo es superior a la de Italia”.
Un peldaño más de riesgo
En deuda corporativa, desde AurigaBonos.es recatan papel como el de Thyssenkrupp. “Me parece interesante un bono senior con vencimiento en 2025 de esta compañía industrial alemana que está dando un 2,37 por ciento. Es BB, es decir, por debajo del grado de inversión, pero creo que es aceptable el riesgo”, asegura Domínguez.
Si se tiene un horizonte de medio/largo plazo y se entiende el tipo de riesgo, Cristina Gavín, ve cierta oportunidad en deuda subordinada y en AT1 ( bonos híbridos entre deuda y capital que se pueden convertir en acciones de la entidad emisora). Cree que habrá bancos que probablemente realicen ampliaciones de capital y que eso dará un colchón adicional a estos últimos bonos, con un binomio rentabilidad/riesgo relativamente razonable.
Y a partir de ahí, estaría el paso de mirar al universo High Yield pero siendo muy selectivo. Una idea que comparte Javier Martín, de Ursus 3 Capital. “En el caso de Europa para los inversores de renta fija solo hay hueco en el High Yield pero siendo muy precavido porque son bonos de baja calidad y de alto riesgo”. Además, deja claro que “una cesta de este tipo de deuda a cuatro/cinco años renta poco más del 6 por ciento, un rendimiento muy justo para el riesgo que se asume”, subraya.
Universo dólar
Para quien quiera dar el paso de asomarse al otro lado del Atlántico, Javier Domínguez de Auriga, cree que “comprar un triple A como el treasury a 10 años americano al 2,59 por ciento está muy bien, incluso el dos años es interesante en entornos del 2,44 por ciento”, aunque reconoce que estaría más cómodo invirtiendo en dólares si el cambio con el euro estuviese en niveles de 1,15 unidades.
Desde Ursus 3 Capital, Javier Martín comparte que no está nada mal la rentabilidad que ofrece la deuda soberana de EE.UU, lo mismo que la deuda corporativa . “Una cesta de bonos a siete u ocho años rinde en el entorno de un 4 por ciento, pero hay que conocer que si quiero cubrir el riesgo divisa de esa cesta me va a costar tres puntos”, aclara. Y lo mismo para una cartera de papel High Yield. De ahí que concluya que “si se tienen unas finanzas y una vida en euros, el panorama en renta fija ahora es desolador”.
2019-03-19 08:28:40