El pasado 16 de agosto Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, dio un gran paso al firmar el proyecto de ley sobre el clima de EE.UU. Un plan que pretende dar apoyo fiscal y normativo a la transición energética. Así, la energía solar, de hidrógeno, de captura y almacenamiento de carbono, de aparatos y calefacción más eficientes y de vehículos eléctricos, entre otras, beneficiarán a los inversores en clima. Se trata de un importante paso, ya que el país americano se estaba quedando relegado en cuanto al apoyo a este tipo de energías.
Se espera que la Ley recaude 737.000 millones de dólares, 369.000 de los cuales se dedicarán a programas climáticos y energéticos en los próximos 10 años. Se concederán créditos fiscales para energía solar y eólica y se introducirán otros nuevos para energía nuclear, almacenamiento de energía e hidrógeno. También se contemplan créditos fiscales para la adquisición de vehículos eléctricos, lo que favorecerá las soluciones de energía ecológica.
“Todas estas medidas son una buena noticia para los inversores en clima. La legislación tendrá un efecto directo en varias de nuestras inversiones, como turbinas eólicas, paneles solares, transmisión de electricidad, baterías y captura y almacenamiento de carbono. El crecimiento de estas tecnologías también generará un círculo virtuoso que hará aumentar la escala y la actividad de I+D, lo que dará lugar a soluciones aún mejores y más competitivas y fomentará la demanda. Dicho todo esto, la legislación adolece de algunos defectos”, aseguran desde la gestora Fidelity.
¿Es un plan suficiente?
Ahora bien, pese al importante paso dado por los Estados Unidos, los expertos creen que no es suficiente y que Joe Biden tampoco está cumpliendo con sus promesas electorales en cuanto a las políticas verdes. De hecho, en campaña se comprometió a reducir las emisiones en un 50% y con este plan se logrará, en el mejor de los casos, hacerlo en un 40%.
El gasto de EE.UU. también va a la zaga del de China y la UE. Según Bloomberg NEF, el año pasado China dedicó 297.000 millones de USD de gasto a la transición energética y los países miembros de la UE emplearon un total de155.000 millones. El “Acuerdo Ecológico” estadounidense de 2 billones de USD, aprobado en 2020, distribuirá un 30% del presupuesto (612.000 millones de USD) en el periodo 2021-2027 y no incluye inversiones y subvenciones individuales de los estados miembros. “EE.UU. todavía tiene que hacer más, y creemos que hay muchas probabilidades de que lo haga”, añaden desde Fidelity.
Es decir, aunque es un paso importante y supondrá un espaldarazo para las inversiones con perspectiva ESG en los Estados Unidos, los expertos creen que es una apuesta conservadora y no del todo suficiente.
“El proyecto de ley sobre el clima es un logro; es justo reconocer que representa un gran paso adelante de la mayor economía del mundo hacia la consecución de los objetivos climáticos. También imprime un impulso sustancial de varios años a una serie de tecnologías del clima que podría generar un ciclo positivo de desarrollo, menores costes y mayor demanda. Sin embargo, la política es solo un paso en el contexto de una batalla climática más amplia”, concluye Velislava Dimitrova, gestora de Fidelity.
2022-09-02 06:55:57