El Plan de Control Tributario y Aduanero de 2022 pone de manifiesto la intención de Hacienda de reforzar su sistema preventivo al fraude fiscal con el fin de prevenir un problema lleva persiguiendo históricamente. Nada nuevo si no fuera por las novedosas medidas que ha incluido en uno de sus apartados en el que implica […]
Impuestos y normativasDirigentes Digital
| 16 feb 2022
El Plan de Control Tributario y Aduanero de 2022 pone de manifiesto la intención de Hacienda de reforzar su sistema preventivo al fraude fiscal con el fin de prevenir un problema lleva persiguiendo históricamente. Nada nuevo si no fuera por las novedosas medidas que ha incluido en uno de sus apartados en el que implica al comercio electrónico. La aparición de nuevos actores en la actividad digital de los contribuyentes ha hecho a la Agencia Tributaria replantearse las medidas y especificar aspectos en cuanto a posibles actuaciones malintencionadas.
El fisco señala como una de sus actuaciones el “control de las declaraciones aduaneras… con incidencia directa en la liquidación de los tributos asociados a la introducción de las mercancías en el territorio aduanero de la Unión Europea, con especial seguimiento de la declaración de valores en aduana llamativamente bajos”.
Para ello, se creará una unidad de trabajo específicamente encargada de establecer prácticas internas, evitando que se defraude en compras electrónicas o en cualquier transacción relacionada con la economía digital. El fin del ADI (Asistencia Digital Integral) no es solo que el ciudadano cumpla, voluntariamente, con lo establecido según sus obligaciones fiscales, sino que también lo hagan las grandes compañías digitales y tecnológicas teniendo muy en cuenta el momento de digitalización que la sociedad está viviendo.
Uno de los principales cometidos del nuevo grupo de trabajo de Hacienda será extremar el control sobre los grandes negocios que acaparan el mercado digital. Tal y como se publicaba en el BOE del 31 de enero de 2022, “La actividad digital y el comercio electrónico son, en definitiva, ámbitos emergentes de actuación sobre los que combinar los mecanismos”.
Uber, Facebook, Glovo… serán algunas de las plataformas que tendrán que empezar a dar cuenta al fisco acerca de sus actividades y poder así, cruzar sus datos para obtener información, tanto económica como comercial, para comprobaciones futuras. La importancia de que tanto estas compañías como sus filiales tributen correctamente, cobra especial significado ante el auge de lo digital y, por ende, el minucioso control que ello conlleva.
La Agencia Tributaria avisa además de que ante “el constante proceso de cambio y evolución”, la exhaustividad de sus controles a los gigantes digitales irá in crescendo, especialmente ante aquellos comportamientos que conlleve un mayor riesgo en su actividad. “La ejecución de actuaciones específicas o el impulso de la colaboración nacional e internacional para actuar sobre un mundo digital” se ha convertido en uno de los mayores intereses del fisco.
Ha sido Amazon el primero de los principales marketplace el que ha pactado con el fisco para obtener más información de sus vendedores. Será cada trimestre cuando la Agencia Tributaria reciba el informe de la plataforma digital en donde especificará algunos datos como el nombre y domicilio social, el número de identificación europeo o número de registro del IVA, el total de unidades que se han enviado a España, qué cantidad ha sido distribuida por los almacenes y a qué precio medio ha sido vendido.
De este modo, cualquier compañía que quiera ejercer una actividad comercial en nuestro país, independientemente de su domicilio fiscal, deberá pagar el IVA correspondiente de sus productos; al igual que sucederá con las empresas españolas que vendan fuera de nuestras fronteras.
El detonante no ha sido otro que la fraudulenta práctica que históricamente han llevado muchos de estos comercios digitales, por lo que identificar plenamente su actividad fiscal. De Agencia Tributaria esté estudiando implementar herramientas que faciliten la persecución de “la ocultación de las ventas verdaderas de una actividad, o la atención específica a la actividad de las plataformas de Internet dedicadas a la intermediación o venta directa de bienes o servicios”.