Este jueves da comienzo el evento que inquieta el mercado y en el que se basarán las próximas decisiones en política monetaria. Así, Jackson Hole se corona como la cita del momento, donde se espera con ansia la conferencia que Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, pronuncie su discurso el viernes. […]
BolsasEste jueves da comienzo el evento que inquieta el mercado y en el que se basarán las próximas decisiones en política monetaria. Así, Jackson Hole se corona como la cita del momento, donde se espera con ansia la conferencia que Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, pronuncie su discurso el viernes.
“Su discurso se produce justo cuando el entusiasmo por el crecimiento económico y la inflación parece haber tocado techo y las actas de la última reunión de la Fed dejan al descubierto lo alejado que está el comité del estado de la economía”, indica James McCann, Deputy Chief Economist de Aberdeen Standard Investments.
“Las actas de la reunión de la Fed de julio mostraron que algunos miembros estaban bastante alejados de lo que se deduce exactamente de los datos del mercado laboral, y estaban aún más enfrentados en cuanto a la inflación. Unos “pocos” miembros opinaron que el aumento de este año significaba que la inflación media se estaba moviendo por encima del objetivo del 2% de la Fed, lo que confirma la sospecha de que algunos tienen una ventana de retrospección relativamente corta para este cálculo. Pero otros señalaron el carácter restringido y probablemente transitorio del repunte de la inflación, que parecería implicar algo más de tolerancia, o quizás una ventana implícita más larga para pensar en la inflación media. Por último, “varios” se mostraron aún más cautelosos, advirtiendo de que es poco probable que estos aumentos cambien la dinámica de la inflación subyacente, y señalando la posibilidad de un sesgo a la baja en la inflación futura”, concreta el entendido de Aberdeen Standard Investments para añadir: “Estos debates subrayan algunos de los retos a lo que es un marco de inflación media poco claro en la Fed. Pero la falta de consenso también hace más difícil que Powell demuestre una verdadera convicción en su discurso. Si no hay una señal clara proveniente del comité, entonces no hay una señal clara que Powell pueda dar en este momento. Y a los mercados les gustan mucho más las señales claras que los matices sutiles”.
Para Yves Bonzon, CIO del banco privado suizo Julius Baer, la ambigüedad será la carta que juegue Powell en el simposio. “Las expectativas del mercado de una señal clara por parte del presidente de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) en el próximo simposio del banco central se verán probablemente defraudadas”, explica para concretar: “La lectura de las actas de la última reunión del Federal Open Market Committee meeting, celebrada a principios de julio, pone de manifiesto que los miembros no tienen más idea que nosotros de la naturaleza de la inflación o del estado del mercado laboral. Las preocupaciones sobre las valoraciones de las acciones y el mercado inmobiliario entran en conflicto con los informes sobre la falta de oferta de crédito a las pequeñas empresas y, de forma más destacada en los últimos comentarios de la Fed, los riesgos a la baja para la economía por la variante delta del coronavirus”.
Y es que para el experto, la incidencia del Covid en la economía “se hace más visible cada día” ante los datos de alta frecuencia sobre el tráfico aéreo o las reservas en restaurantes están disminuyendo a medida que los consumidores estadounidenses vuelven a ser más cautelosos.
Garrett Melson, gestor de carteras en Natixis Investment Managers Solutions aclara que “Jackson Hole se perfila este año como anticlimax. A principios de este año, muchos participantes del mercado anticipaban que Jackson Hole sería el lugar donde Powell probablemente anunciaría sus planes de reducción. Pero esa opinión tenía dos defectos”, y cita que, en primer lugar, Jackson Hole rara vez ha sido un evento clave para el mercado. En segundo lugar, Melson indica que “lo más importante es que Powell ha sido claro en que los planes de tapering se telegrafiarían con mucha antelación una vez que el FOMC determinara que se ha hecho un progreso sustancial hacia sus objetivos de doble mandato. Escuchando a los principales miembros votantes de la Fed, está claro que Jackson Hole no será el lugar donde se reconozca este hecho”.
Para McCann, la verdadera tensión radica en que los mercados y la Reserva Federal se centran a veces en cuestiones ligeramente diferentes. “Existe un vínculo bien conocido entre el impulso macro y la rentabilidad de los activos de riesgo. Pero la Fed no tiene como objetivo el impulso macro, especialmente cuando el crecimiento se ralentiza a medida que el proceso de reapertura se hace más maduro. Dicho de otro modo, la Fed puede estar logrando avances sustanciales en sus mandatos de pleno empleo y estabilidad de precios al mismo tiempo que el crecimiento se ralentiza”, aclara.
Así, el entendido matiza que, independientemente de lo que quieran los mercados, estos “van a recibir un discurso muy equilibrado”.
“Es poco probable que Powell adelante efectivamente esta decisión el viernes” y es probable, según su opinión, que espere hasta septiembre para dar una señal más sustantiva, en línea con las decisiones tomadas por la Fed en esa reunión.
“Es probable que reste importancia a la relación entre el tapering y un eventual ajuste de los tipos de interés, dejando de lado la segunda cuestión.Si lo que se espera son fuegos artificiales, esta no es la ocasión”, expresa.
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