En el segundo semestre de 2024, los inversores tendrán que hacer frente a un entorno económico bastante boyante, contrarrestado por problemas políticos que tomarán la delantera
Funds&Markets
| 09 jul 2024
Edmond de Rothschild AM desvela sus perspectivas de inversión para el segundo semestre de 2024, marcado por un entorno económico “casi ideal” y nuevos obstáculos políticos.
El entorno económico es más favorable de lo previsto para los mercados de capitales, por tres razones: La desinflación se mantiene a pesar de su trayectoria no lineal; La escasez de mano de obra en EE.UU. ha empezado por fin a remitir (apoyada por una importante afluencia de inmigrantes); Los recortes de los tipos de interés han comenzado en Suiza, Canadá y Europa y deberían iniciarse antes del final del verano en EE.UU., sabiendo que la Reserva Federal, a pesar de todas las sorpresas en materia de inflación, ha descartado la opción de una nueva subida de tipos.
Históricamente, los mercados de renta variable han registrado rentabilidades positivas -y a menudo sólidas- en periodos de aterrizaje económico previos a una primera bajada de tipos en Estados Unidos. La perspectiva de una relajación monetaria, partiendo de niveles decentes, sigue sugiriendo que la Reserva Federal gestionará eficazmente la desaceleración y evitará una recesión.
Benjamin Melman, CIO global de Edmond de Rothschild AM afirma que: “Observando las rentabilidades registradas en lo que va de año, parece que la historia se repite, lo que refuerza nuestra convicción de que, teniendo en cuenta la fortaleza de la economía mundial, tiene sentido seguir bien expuestos a la renta variable. Llevamos desde principios de año oscilando tácticamente entre la neutralidad y la sobreexposición. Cuando la Fed baje por primera vez sus tipos de referencia, tendremos tiempo de revisar las perspectivas económicas y reajustar nuestras principales decisiones de asignación. Por el momento, prevalece la confianza”.
Si gana el partido del “Rassemblement National” o en caso de un “Parlamento fragmentado”, es posible -aunque poco probable- que el nuevo Gobierno se embarque en un programa de gasto que amplíe el déficit. Pero esto no impedirá que Bruselas abra un Procedimiento de Déficit Excesivo, y las agencias de crédito podrían seguir rebajando la calificación de Francia.
El diferencial OAT-Bund podría ampliarse un poco más, pero parece evitable una crisis mayor, sobre todo si la perspectiva de una reducción del déficit se aplaza y no se entierra, si Bruselas y París llegan a un acuerdo a medio plazo. Se podría incluso imaginar un escenario favorable en caso de “Parlamento fragmentado” y de una nueva remodelación política, que podría desembocar en una alianza entre partidos “gubernamentales” de izquierda, centro y derecha, que permitiría al país proseguir con su compromiso inicial de reducción del déficit público.
Hasta ahora, los activos europeos se han beneficiado de una combinación de factores cada vez más favorable: una economía más fuerte de lo esperado, la desinflación en curso y un BCE que ha tomado las riendas de la política monetaria. Tanto más cuanto que la proximidad de las elecciones estadounidenses está provocando una actitud de espera al otro lado del Atlántico. No obstante, los equipos de inversión de Edmond de Rothschild AM han optado por no sobreponderar los activos europeos, a la espera de que se aclare el inestable equilibrio político en Francia, con sus repercusiones para Europa.
Mientras que la reelección del presidente Biden no tendría grandes repercusiones en los mercados de capitales, se espera que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca tenga las siguientes implicaciones:
Negativa para los bonos soberanos de larga duración, debido a una política inflacionista que implica medidas enérgicas contra la inmigración y planes para deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados, así como nuevos impuestos a la importación y una política fiscal que no reduciría, sino que aumentaría el importante déficit público del país.
Positivo para la renta variable, sobre todo gracias al regreso de una política de desregulación y a los planes de renovar los recortes fiscales que había iniciado en 2016, incluida una posible rebaja del impuesto de sociedades. Sin embargo, aunque es difícil evaluar la presión que se ejercería sobre los tipos a largo plazo, si las yields a largo plazo fueran a subir demasiado rápido, esto tendría efectos adversos en los mercados de renta variable.
Benjamin Melman, añadió: “Hace un año, la economía planteaba muchos interrogantes, ya que la desinflación seguía siendo tímida y en Estados Unidos se temía una recesión. Sin embargo, las dificultades políticas estaban bastante contenidas en ese momento. Desde entonces, los problemas se han invertido. Aunque el entorno económico parece ahora bastante prometedor, se está viendo ensombrecido por los problemas políticos”.
“La única constante ha sido el continuo deterioro del entorno geopolítico. Esto significa que puede haber cierta volatilidad, desencadenada por la agitación política francesa o por el posible regreso de Trump a la Casa Blanca. La buena noticia es que los mercados a veces pueden reaccionar de forma exagerada a las crisis políticas, y esto puede generar algunas oportunidades atractivas.”
Por consiguiente, los equipos de inversión de Edmond de Rothschild AM se muestran confiados tanto en la renta variable como en la renta fija. En cuanto a esta última, estamos considerando reducir nuestra exposición a los vencimientos largos, pero lo más tarde posible, para tener en cuenta las elecciones estadounidenses. De hecho, si la desaceleración económica se materializa rápidamente en EE.UU., todos los mercados de renta fija se beneficiarían.
Dentro de los mercados de renta variable, aunque las principales decisiones geográficas (EE.UU. frente a Europa) vendrán determinadas en gran medida por las cuestiones políticas antes mencionadas, los equipos de inversión tienen preferencia por Big Data y Healthcare, y por las pequeñas capitalizaciones europeas, que cotizan a valoraciones muy atractivas, teniendo en cuenta el entorno económico más favorable y la relajación monetaria que ya se ha iniciado.
En los mercados de renta fija, Edmond de Rothschild AM sigue prefiriendo las estrategias de carry y la deuda híbrida (corporativa y financiera) y tiene previsto aumentar su exposición a la deuda emergente una vez que la señal de pivote de la Fed sea lo suficientemente fuerte.