En un momento como el actual, donde los bancos centrales han aprobado planes de estímulos ultraexpansivos, el mercado de renta fija ha sufrido cambios. En el lado de los bonos soberanos, la rentabilidad es extrañamente baja debido a la intervención del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal. Por eso, son muchos los inversores […]
En un momento como el actual, donde los bancos centrales han aprobado planes de estímulos ultraexpansivos, el mercado de renta fija ha sufrido cambios. En el lado de los bonos soberanos, la rentabilidad es extrañamente baja debido a la intervención del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal. Por eso, son muchos los inversores que miran a los bonos corporativos para buscar la rentabilidad que esperan y no encuentran en el lado dos los gubernamentales.
Chris Iggo, CIO Core Investments, de AXA IM, señala que “el crédito corporativo sigue siendo una clase de activo agradecida” a la hora de tomar decisiones de inversión. Y es que, como asegura, el crédito suele beneficiarse de la flexibilización cuantitativa “gracias al equilibrio de las carteras” y a que “cuenta con el respaldo de los créditos de emergencia” que se han implementado estos meses, tal y como demuestra el más del billón de dólares en bonos corporativos que se han emitido en el mercado estadounidense.
Además de los bonos del gobierno, Iggo señala que el crédito de grado de inversión es una de las clases de activo donde existe una fuerte demanda y que “el apoyo de la UE al establecimiento de un gran Fondo de Recuperación es positivo para el crédito europeo”, ya que reduce las tensiones de la deuda en ciertos mercados soberanos y bancarios.
Por otro lado, el experto advierte que “la crisis del coronavirus amenaza con tener implicaciones políticas a largo plazo” porque algunos gobiernos han manejado las cosas mejor que otros. En esta línea, indica que “Nueva Zelanda y Alemania son dos de los ganadores, pero el liderazgo político podría cuestionarse críticamente en Brasil, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos”, en cuyo caso, “la gestión de la crisis podría aumentar la incertidumbre política de cara a las elecciones presidenciales”.
Por su parte, Michael McEachern, Portfolio Manager & Head of Public Markets de la gestora Muzinich & Co, cuenta que los “mercados de crédito se recuperaron el mes pasado como respuesta a la extensión del apoyo monetario para la economía, el optimismo con respecto al aplanamiento de la curva de COVID en Estados Unidos y Europa, así como el desarrollo positivo de los tratamientos/vacunas.”
Michael McEachern destaca el “buen comportamiento reciente de la deuda High Yield estadounidense de alta calidad que ha recuperado más de la mitad de las pérdidas de febrero/marzo”. A raíz de este nuevo optimismo en los mercados, “las empresas están aprovechando para emitir deuda, principalmente para necesidades generales, lo que en nuestra opinión significa que están acumulando efectivo para ponerlo en sus balances y preservar la liquidez ante la incertidumbre económica.”