Este especial y transitorio 2021 está llegando a su fin. Y es que después del. 2020, caracterizado por las situaciones más duras de la pandemia Covid-19 donde la sociedad y la economía se vieron arrinconadas por las restricciones de la pandemia y los confinamientos, el 2021 nos ha hecho ver algo más la luz. Este […]
Este especial y transitorio 2021 está llegando a su fin. Y es que después del. 2020, caracterizado por las situaciones más duras de la pandemia Covid-19 donde la sociedad y la economía se vieron arrinconadas por las restricciones de la pandemia y los confinamientos, el 2021 nos ha hecho ver algo más la luz.
Este año, las vacunas y la buena gestión de la pandemia a nivel mundial han hecho que se observen brotes verdes también a nivel económico. Además, la política monetaria acomodaticia y de estímulos que tanto han respaldado las economías, ahora se preguntan si es el momento de comenzar los temidos tapering.
“Los mercados optaron por la aversión al riesgo la semana pasada a medida que la variante ómicron del coronarivus se extendía por todo el mundo y la Fed advertía de los riesgos que comporta la inflación y un final prematuro de las compras de activos”, indican desde BlackRock.
Así, la primera gestora de fondos del mundo señala que la primera de esas lecciones es que se hace necesaria una brújula para capear el inusual entorno de ruidosa reactivación de la actividad económica. “Nuestro marco era la nueva situación de los tipos nominales: La respuesta de las políticas monetarias y el mercado a la inflación sería históricamente moderada”, explican.
Fuente: BlackRock – Estimaciones de incremento de los beneficios en renta variable en el índice MSCI AC World entre 2014 y 2021
En su comentario, BlackRock hace hincapié en que el gráfico de esta semana es el de las estimaciones de incremento de los beneficios en renta variable en el índice MSCI AC World entre los años 2014 y 2021.
Y es que el gráfico muestra cómo los analistas se han apresurado a elevar sus previsiones de beneficios hasta un salto del 52% en 2021, tal y como se ve reflejado en la línea roja. “Llevamos mucho tiempo advirtiendo del aumento de la inflación tras décadas de desinflación. La inflación ya está aquí. Está siendo impulsada por los cuellos de botella de la oferta, junto con un gasto inusualmente fuerte de los hogares en bienes, más que en servicio”, anuncian desde BlackRock para adjuntar: “Esperamos que se establezca en niveles más altos que antes del COVID, incluso cuando las presiones de los cuellos de botella de la oferta disminuyan. En el pasado, los bancos centrales ya habrían empezado a subir los tipos de interés, y los rendimientos de los bonos se habrían disparado. Esta vez no”.
La segunda lección de este año para BlackRock es que hay que hay que darse cuenta de que el viaje mundial hacia las cero emisiones netas de carbono para 2050 está comenzando ya, algo que sin duda hemos visto respaldado por la reciente conferencia COP26 de Glasgow, donde el reto de la descarbonización se ha puesto de forma más firme sobre la mesa y la inversión sostenible es una realidad creciente.
“En primer lugar, el aumento de los precios de los combustibles fósiles en 2021 ha puesto de manifiesto una transición desigual hacia la energía baja en carbono. Seguimos viendo una transición ordenada a medio plazo, pero con baches en el camino que provocan volatilidad en el crecimiento y la inflación. Pero creemos que las presiones inflacionistas serían aún más agudas y el crecimiento más bajo en caso de una transición desordenada o de un escenario sin acción climática. En segundo lugar, el cambio tectónico hacia la inversión sostenible ya se está produciendo, y creemos que esto dará a los activos sostenibles una ventaja de rentabilidad en los próximos años. Creemos que la revalorización impulsada por el clima ya ha comenzado, y que los sectores eficientes en materia de carbono pueden reducir su coste de capital. Por último, las empresas con un alto nivel de emisiones de carbono no están esperando a las nuevas políticas climáticas, sino que están cambiando sus modelos de negocio ahora, lo que abre oportunidades de inversión seleccionadas”, puntualizan los expertos en su comentario semanal.
El tercero de los puntos a tener en cuenta es que hay que tener el valor de mantener las convicciones que tenemos.
“Nuestro marco macroeconómico -el nuevo nominal que se desarrolla en la reanudación- nos mantuvo positivos en la renta variable e infraponderados en la deuda pública durante todo el año. Pero no pusimos suficiente riesgo detrás de nuestra visión en retrospectiva, incluso teniendo en cuenta que este ha sido un entorno complicado donde las cosas pueden cambiar rápidamente”, matizan desde BlackRock y añaden: “Tener valor de convicción no consiste en añadir riesgo per se, sino que también es necesario cuando tu marco te dice que es el momento de retirarte de la asunción de riesgos. La velocidad y la magnitud de algunos movimientos del mercado también nos sorprendieron. Un ejemplo: las oscilaciones de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, a medida que se iban sucediendo los diferentes relatos del mercado sobre el crecimiento, la inflación y el virus”.
“Seguimos sobreponderando la renta variable, a pesar de que la cepa del virus Omicron y el hecho de que la Fed se ponga al día con la realidad de la inflación han perjudicado el sentimiento de riesgo”, indican y aclaran: “Esperamos que las nuevas variantes del virus retrasen, pero no hagan descarrilar, la reanudación y vemos que los tipos de interés oficiales sólo aumentarán modestamente en la próxima fase del nuevo nominal”.
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