La formación en materia de finanzas sostenibles está todavía en una fase muy inicial, al igual que la implantación de los criterios ASG en la inversión. Pero es algo que está cambiando y que avanza hacia la integración, según cuenta Eva Hernández, Colaboradora del Programa Finanzas Sostenibles de EFPA España. ¿Cuál es el nivel de […]
La formación en materia de finanzas sostenibles está todavía en una fase muy inicial, al igual que la implantación de los criterios ASG en la inversión. Pero es algo que está cambiando y que avanza hacia la integración, según cuenta Eva Hernández, Colaboradora del Programa Finanzas Sostenibles de EFPA España.
Creo que está mejorando muy rápido, sobre todo si se compara con hace un par de años, cuando a la gente casi ni le sonaba este tema. Pero, todavía nos falta mucho porque, además, no hay que olvidar que las finanzas sostenibles son muy amplias de abordar. Hay mucha información, hay muchas fuentes y mucha regulación, por eso mantenerse al día no es algo fácil. Por los cursos y las clases que imparto veo que todavía falta mucho aprendizaje. En general, falta mucho conocimiento por dos razones: es muy nuevo, aunque las finanzas sostenibles lleven mucho tiempo, y hay muchas cosas todavía en desarrollo.
Creo que lo que falta es profundizar más porque a veces la visión es muy general y la aplicación práctica de los conocimientos. Hay un Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Unión Europea que tiene mucha regulación, pero ahora falta ver cómo se irá aplicando. Todavía hace falta mucho desarrollo.
Hay muchísimo más interés. Si miramos la historia del sector, vemos que era un sector muy minoritario para los inversores interesados en la ética o en el medioambiente. Además, había una visión en la cual se pensaba que era necesario sacrificar parte de la rentabilidad para invertir con estos criterios más sostenibles. Pero, ha habido una transformación que ha convertido las finanzas sostenibles en algo muy nicho a algo generalizado.
Esto ha ocurrido por diferentes factores. Por un lado, las iniciativas internacionales desde el Acuerdo de París, los ODS y el Plan de Finanzas Sostenibles de la UE. Y por otro lado, se ha convertido en algo que sirve para eliminar riesgos a la hora de invertir. Es una manera de evitar tener en cartera a posibles empresas que se vean implicadas en escándalos medioambientales que puedan causar, a su vez, riesgos financieros. Por último, no hay que olvidar que cada vez hay una mayor presión por parte de la opinión pública.
La formación es generalista en estos momentos para explicar los fundamentos del sector. Cuando nos adentramos en los aspectos regulatorios ya es algo más profundo y detallado y yo creo que va a hacer que la formación evolucione más hacia la aplicación y los aspectos prácticos. De hecho, EFPA quiere seguir sacando nuevas certificaciones para ir un paso más allá y hacerlo más detallado. Pero el sector es tan amplio que antes de ir a los aspectos más técnicos, es necesario comprender y tener clara la visión general. Por eso creo que la preocupación principal es entender todo lo que está sucediendo.
Lo primero que hizo fue entrar en el Acuerdo de París y además ha dado señales para favorecer al sector. Pero creo que van a lidiar con esto de una forma diferente a la de la UE, ya que esta es más burocrática. Todavía falta mucho por concretar, pero se están hablando de diferentes iniciativas que favorecerían las finanzas sostenibles en Estados Unidos. Personalmente creo que va a ser algo más enfocado en los mercados, más que en poner regulación.
Va a llegar un momento en el que no vamos a hablar de inversión sostenible porque a cualquier emisor y a cualquier empresa se le va a pedir que cumpla unos criterios ASG. Va a ser algo que no va a estar separado de la inversión tradicional. De hecho, cada vez están separadas por una frontera más difusa en el que es difícil distinguir una de otra. Para un inversor tradicional no mirar los criterios ASG es un tema de riesgo financiero y para las empresas, no cumplir con ciertos criterios quiere decir que van a tener dificultad en sus finanzas. Entonces, yo creo que lo que veremos es una integración de todo y ya no hablaremos de inversión ASG y no ASG. Aunque, está claro que dentro de la inversión sostenible hay diferentes estrategias, ya que no es lo mismo hacer una estrategia de exclusión, que una inversión de impacto.
Yo diría que es muy precario. Pero ha cambiado. Hace dos años cuando daba una conferencia y hablaba de sostenibilidad, los inversores no lo entendían del todo. Era un cambio de paradigma para ellos. Ahora lo que noto es que, con todas las noticias que han ido saliendo, les suena más, aunque no saben con exactitud de qué se trata.
¿Qué es la ‘ecologización’ que va a poner en marcha el BCE en el mercado de crédito?
Las entradas de fondos ASG duplican las del año pasado y podrían acelerarse