Después de un primer trimestre del año mejor de lo esperado, tanto en términos de mercado como en términos macroeconómicos, los inversores y analistas miran con dudas la segunda mitad del año. Y es que, esos temores sobre la posible recesión siguen coleando. El sentimiento es que la recesión se ha aplazo, pero no evitado […]
Después de un primer trimestre del año mejor de lo esperado, tanto en términos de mercado como en términos macroeconómicos, los inversores y analistas miran con dudas la segunda mitad del año. Y es que, esos temores sobre la posible recesión siguen coleando. El sentimiento es que la recesión se ha aplazo, pero no evitado y esto hace que las dudas sobre los próximos sigan siendo muchas. No solamente en cuento a una caída de la economía, sino también hay incertidumbre sobre la inflación, sobre la postura que tomarán los bancos centrales y sobre el comportamiento mismo de los mercados.
Una de las grandes dudas que azotan al mercado es saber qué hará la Reserva Federal y el Banco Central Europeo en la segunda mitad del año. Pues bien, la Fed podría haber concluido ya las subidas de tipos, mientras que al BCE le podrían quedar todavía dos subidas adicionales.
“Creemos que la FED ha terminado su proceso de subidas de tipos y los mantendrá en el 5%/5,25% ya que la crisis bancaria y la elevación del límite de deuda están ayudando a su política restrictiva. Hasta el año que viene no habrá reducciones en los tipos de intervención, su intensidad dependerá de la evolución de la inflación.
En el caso del BCE esperamos dos subidas de 25 p.b. en las dos próximas reuniones hasta llevar la facilidad del depósito hasta el 3,75%. Tampoco bajará los tipos en el segundo semestre y es muy probable que vaya a “rebufo” de la FED”, comenta Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diaphanum.
Sin embargo, Eduardo Cobián, director de asesoramiento en Creand Wealth Management, se muestra más cauto al ver alguna subida adicional más en los próximos meses, pero ningún recorte. “Creemos que subirán ligeramente desde los niveles actuales, ya que de momento las economías se muestran fuertes y la inflación, aunque ha bajado, se mantiene por encima de los niveles objetivo de los bancos centrales (especialmente en el caso del BCE). Las bajadas de tipos no las vemos al menos hasta principios del año que viene y para ello se tendría que confirmar la tendencia a la baja de la inflación y un entorno macro más difícil”, agrega.
Con las perspectivas de una política monetaria más estable, una inflación que parece que comienza a descender, aunque lo hará de manera cauta y con cierto temor con la evolución de la subyacente y, sobre todo, con unos resultados empresariales mejores de lo esperado, la bolsa puede parecer atractiva en estos momentos.
“La aproximación recomendable debe ser cautelosamente táctica, ya que los mercados de renta variable parecen haber recogido en los precios gran parte de las buenas noticias, con respecto tanto al aterrizaje suave de la economía como a la victoria de los bancos centrales en sus esfuerzos por atajar la inflación. Aunque seguimos siendo optimistas sobre el año, probablemente asistiremos a algunos episodios de incertidumbre que deberían ser aprovechados por los inversores para consolidar la exposición al riesgo”, aseguran los analistas de Ofi Invest AM.
Precisamente, estos resultados empresariales, que hasta ahora han sido mejores de lo que se previa, seguirán siendo mirados con especial atención para confirmar la cautela de los analistas. “La capacidad de las compañías de trasladar el aumento de sus costes a los precios de venta, en definitiva el mantenimiento de márgenes, es esencial para que los activos de riesgo mantengan sus cotizaciones. Aparte, si no hay un enfriamiento fuerte de la economía hay sectores que pueden aumentar su facturación. Por el momento los resultados del primer trimestre han sorprendido al alza y parece que se han dejado de revisar a la baja los resultados”, comenta García.
La renta fija fue el activo que más miradas recibió al inicio del año, de hecho lo más habitual es que los analistas coincidieran en señalar que 2023 sería el año de la renta fija. Pero ¿qué se puede esperar de ella para la segunda mitad del curso?
“La renta fija está en su punto de máximo interés. La rentabilidad que ofrece en muchos casos es superior a la de su comparable en renta variable asumiendo un menor riesgo. Además, durante el semestre es muy probable que alcancemos los tipos de interés máximos lo cual dará bastante soporte a los bonos”, responde Cobián.
Desde Ofi Invest AM destacan el atractivo del lado corporativo para el segundo tiempo de este año. “El mercado crediticio siente los efectos de los movimientos de los tipos de interés, pero sus diferenciales se están manteniendo gracias a la calidad de los resultados empresariales, tanto en el segmento Investment Grade como en el High Yield. Los rendimientos han sido atractivos y bastante estables desde hace meses, y deberían continuar aportando a los invesores un rendimiento adicional respecto a los bonos soberanos a través del Carry (mantener bonos en cartera aprovechando el cupón y la recuperación de precio a medida que se acerca vencimiento)”, explican.
Mientras que García termina concluyendo que es momento de incorporar este activo a las carteras y mantenerlo, tal y como se hacía antes de los tipos negativos. “En la actualidad nos estamos moviendo en un mercado de tipos normales o normalizados, lo que no era normal es que la mayor parte de los bonos de los gobiernos estuvieran dando rentabilidades negativas. Una vez que se ha corregido esta anomalía, consideramos que los bonos deben ser parte de las carteras, a diferencia de lo que considerábamos en la última década y que aportarán rentabilidad y darán soporte a la parte conservadora de las carteras. En este momento nos decantamos más por los bonos corporativos que por los gobiernos, ya que la relación rentabilidad riesgo está mejor pagada”, explica.
Después de un buen primer trimestre, los inversores están preocupados por la posibilidad de una recesión y tienen dudas sobre el comportamiento de los mercados. La Reserva Federal de EE.UU. podría haber concluido las subidas de tipos, mientras que el Banco Central Europeo aún podría hacer dos subidas adicionales. Algunos analistas creen que las economías se mantienen fuertes y la inflación sigue siendo un factor a considerar. En cuanto a las inversiones, las bolsas pueden resultar atractivas, pero se recomienda cautela táctica. En cuanto a la renta fija, se espera que continúe siendo un activo interesante, especialmente en el lado corporativo.