Desde 2018 gestiona la parte de renta variable de la gama Santander Sostenible de la gestora, ¿ya se ha superado en España la idea de que lo sostenible podría ser solo una moda?
El tiempo está demostrando que no era una moda y que sí era una imperiosa necesidad. A pesar de las crisis estamos comprobando que los beneficios más sostenibles, las demandas más constantes y la mayor visibilidad sigue estando en aquellas empresas que necesitamos, como farma, salud, conectividad, gestión de residuos, alimentación, energías renovables, reforestación, etc. Y los inversores lo saben. Por eso, a pesar de los duros momentos que atravesamos, los inversores no están vendiendo este tipo de fondos.
Es también responsable del Santander Equility Acciones, el primer fondo de igualdad de género lanzado en España, ¿cuesta convencer a los inversores de que apoyar la igualdad de género es una buena inversión?
Sí, cuesta convencerles. Hay conciencia social de la sostenibilidad pero no de la diversidad. Y es curioso porque la regla número uno de la inversión es la diversificación. Una cartera diversificada elimina riesgo específico, por eso las empresas diversifican su mix de productos, su exposición geográfica y ahora también les pedimos que diversifiquen en sus equipos. El género es la forma más fácil y eficiente de diversificación de equipos. También lo es la nacionalidad y la edad. Cuanto más variado sea el código genético del equipo directivo, de los trabajadores de una empresa, más eficiente será en su toma de decisiones. Está demostrado que los equipos con diversidad de género aportan más valor y más rentabilidad a las empresas y, además, son mucho más divertidos y enriquecedores.
En todo el río revuelto del primer trimestre, a cuenta del temor por el impacto del Covid-19, ¿ha aprovechado para pescar mucho?
He pescado y he soltado. He vendido sector petróleo, compañías con deuda y todo lo relacionado con consumo social, porque no tengo convicción de cómo van a evolucionar, y he comprado compañías que creo que saldrán fortalecidas de esta crisis, por su balance, por un incremento de la demanda de sus productos, por su gestión de costes y por su transparencia al gestionar la crisis.
Ha sido elegida tres años consecutivos como mejor gestora de renta variable española por Citywire, ¿dónde está la clave?
Las claves son la capacidad de aguante, tratar de transformar los errores en oportunidades, convertir lo negativo en positivo e intentar crecer con los retos y los desafíos. En definitiva, ganas de competir por ser la mejor. Además, también es muy importante la convicción tanto en ti misma como en lo que haces, rodearte de los mejores, tener paciencia y no rendirte porque las cosas buenas siempre se hacen esperar.
Su trayectoria como gestora está muy ligada a las Small Caps, ¿en qué pequeñas y medianas confía más en el momento actual y por qué?
Si la eliges con pericia, una pequeña compañía siempre te ofrecerá más rentabilidad a largo plazo que una gran compañía porque crecen más y suelen estar en sectores nichos. Aunque la economía se pare, hay algo que nunca para: la evolución humana. Y mientras haya evolución humana siempre habrá alguna pequeña compañía por la que la sociedad avance. En estos momentos busco compañías sin deuda, compañías de calidad con ROCEs altos y visibilidad de beneficios, a pesar de la incertidumbre que nos rodea. Busco compañías con equipos directivos transparentes, que informen de la situación real de la compañía sin edulcorar ni ocultar nada. Y también busco compañías en sectores que son necesarios, solventes y donde creo que la demanda va a crecer como son salud, alimentación, renovables, gestión de residuos y comunicaciones.
Hasta la irrupción del Covid-19 se empezaba a hablar de “reversión” del value tras su mal momento de más de una década… ¿Lo ve así?
Mi madre me decía siempre cuando era pequeña: no soy lo suficientemente rica como para comprar lo más barato. Y se me quedó grabado. En estos momentos de incertidumbre me acuerdo de sus palabras y no me importa pagar un poco más por empresas de calidad, empresas con visibilidad en beneficios y con un balance saneado donde tenga la seguridad de que no van a quebrar. Puede que haya quien prime la valoración por encima de todo. Yo busco crear valor para mis partícipes y ahora el valor está en la calidad, en la visibilidad de los beneficios y en un balance fuerte. Además, ahora mismo todo ha caído, tanto calidad, como growth y value, con lo cual tienes una oportunidad única de encontrar calidad y crecimiento a un precio más atractivo.
¿Cómo se repone Lola Solana de una inversión fallida?
Las inversiones fallidas son parte de nuestro trabajo diario. Aquí, como en la vida, no hay rosas sin espinas. Cada día pones los contadores a cero porque no sabes qué te espera en el mercado. Hay muchos factores exógenos que afectan a las compañías y que no están bajo tu control. Tienes que tener convicción en lo que haces, pero cuando llega el momento también tienes que saber reconocer que te has confundido o que la situación ha cambiado. Reconocer un error, reconocer que te has equivocado es difícil pero aumenta tu credibilidad de cara a los clientes y es señal de una mente práctica y realista. El mercado es como la vida: sigue su curso y arrastra lo que encuentra en su camino. Por eso es tan importante la pericia y la flexibilidad del gestor para saber gestionarlo. Hay que ser humilde, leer, pensar mucho y saber reaccionar a tiempo. Por eso soy una ferviente defensora de la gestión activa. Y, contestando a su pregunta, la mejor forma de reponerme de una inversión fallida es buscando y encontrando una inversión exitosa.
2020-04-16 19:54:01