La firma explica que su modelo de duración cuantitativa ha demostrado tener una "muy buena capacidad de predicción" desde la década de los 90 en los principales mercados de renta fija desarrollados: Estados Unidos, Alemania y Japón. Entre enero de 1998 y febrero de 2016 la rentabilidad anual de ‘Lux-o-rente’ es del 6%, frente al […]
Dirigentes Digital
| 23 jun 2016
La firma explica que su modelo de duración cuantitativa ha demostrado tener una "muy buena capacidad de predicción" desde la década de los 90 en los principales mercados de renta fija desarrollados: Estados Unidos, Alemania y Japón. Entre enero de 1998 y febrero de 2016 la rentabilidad anual de ‘Lux-o-rente’ es del 6%, frente al 4,9% del índice de referencia.
Basado en factores fundamentales, de valoración e indicadores técnicos, como la tendencia, emplea datos de los mercados financieros para capturar las expectativas de crecimiento, la inflación y la política monetaria.
Recordemos que desde ETHENEA apuntan que "los mercados de renta fija europea ya han caído, tras los diversos programas de compras del BCE, a unos niveles de rendimiento que no ofrecen ninguna relación razonable con los riesgos. Por consiguiente, evitamos en la mayor medida posible invertir ellos".
Sobre la deuda estadounidense apuntan que si la Fed está ‘por detrás de la curva’ y los precios suben más de lo esperado esto tendría "implicaciones negativas para las inversiones en el tramo largo de la curva de tipos norteamericana. No obstante, en caso de que las alzas de tipos supongan simplemente una vuelta hacia la normalización de la política monetaria, las inversiones en este segmento reaccionarían de manera positiva, pues significaría que tenía la situación bajo control, y las apuestas en deuda estadounidense parecerían muy atractivas comparado con otros países".
Es más, Javier Rillo, gestor de Ibercaja Gestión, afirma que aquellos países, como Alemania o Francia, con rentabilidades negativas en su deuda y crecimiento, son una burbuja y no deberían estar en cartera.
Finalmente, Stefan Kreuzkamp, CIO de Deutsche AM, le pone ‘al mal tiempo buena cara’ y señala que un tipo de interés negativo en los bonos germanos "tiene un beneficio: fuerza a los alemanes a reconsiderar sus hábitos de inversión". Si bien, reconoce que "no hay posibilidad real de tener un interés positivo. Sin embargo, una economía de mercado depende de que los precios transmitan señales precisas. Los programas de QE llevados a cabo desde los bancos centrales han distorsionado la demanda hasta tal punto que ya no es un indicador apropiado de los ahorros y el clima de inversión en la economía".