El futuro ya está aquí. Con el inicio de la cuarta revolución industrial los dispositivos electrónicos han propiciado un entorno digital móvil y social donde la interconexión permite controlar cualquier objeto a través de un teléfono inteligente con tan solo un click. Se estima que en 2020 habrá alrededor de 20.800 millones de dispositivos conectados […]
Dirigentes Digital
| 02 nov 2017
El futuro ya está aquí. Con el inicio de la cuarta revolución industrial los dispositivos electrónicos han propiciado un entorno digital móvil y social donde la interconexión permite controlar cualquier objeto a través de un teléfono inteligente con tan solo un click. Se estima que en 2020 habrá alrededor de 20.800 millones de dispositivos conectados en todo el mundo. Por ello, este mercado presenta un enorme potencial que, previsiblemente, hará desaparecer muchos puestos de trabajo pero también generará otros nuevos fruto de las necesidades que plantea. Crear productos y servicios más personalizados y predictivos o aprender a gestionar el flujo de datos y las tarjetas SIM son algunos de ellas. Es en este contexto donde el concepto de “Internet de las cosas” (IoT) adquiere cada vez mayor importancia hasta el punto de que en 2017 alcanzará los 800.000 millones de dólares (unos 700.000 millones de euros). Y se espera que crezca hasta el punto de que solo las plataformas dedicadas a ello moverán unos 3.000 millones de euros en todo el mundo para 2021, según datos de la consultora Berg Insight. En 2015 esta cifra fue de 610 millones. “Más allá de estas magnitudes es fundamental conocer cuál es el grado de conocimiento y adopción tecnológica donde nos encontramos”, expresó el pasado martes el Chief IoT Officer de Telefónica, Vicente Muñoz, durante la presentación del informe Things Matter que analiza la situación de esta materia a nivel usuario. Entre las principales conclusiones que arroja el informe, destacan el amplío margen de desarrollo que ofrece el IoT, a la par que se trata de un concepto relacionado con comodidad y seguridad. Paralelamente a ello, la última encuesta elaborada por la firma de seguridad digital, Gemalto, arroja una realidad distinta. En concreto, el 90% de los consumidores no confía en la seguridad que ofrecen este tipo de dispositivos, principalmente, por el temor a una posible apropiación de sus dispositivos y que preocupa incluso más que la filtración de datos (60%) o el acceso a información personal por parte de los hackers (54%). En este sentido, el director de Tecnología para Protección de Datos de Gemalto, Jason Hart, manifiesta su preocupación ante la falta de conocimiento existe tanto en el mundo empresarial como por los consumidores y que conduce a brechas en el ecosistema del sector. “Hasta que ambos lados aumenten su conocimiento sobre cómo protegerse a sí mismo, y adopten los enfoques estándares de la industria, la IoT continuará siendo un caudal de oportunidades para los hackers”, sentencia Hart.