Durante el último año, Rural Meeting y el Observatorio del Turismo Rural han detectado un incremento en las consultas relativas a eventos de empresa en un entorno rural. Según los datos recabados por el Observatorio, en 2015 el 25,3% de las casas rurales españolas apostó por el turismo rural MICE, lo que supone un aumento de siete puntos porcentuales respecto a 2014.

Por autonomías, la Comunidad de Madrid es la más especializada, ya que el 42,7% de los propietarios rurales están preparados para albergar eventos de empresa en sus alojamientos. Los empresarios del País Vasco (38,8%), Galicia (31,3%), Murcia (29,7%) y la Comunidad Valenciana (29,4%) también ven en este nicho de mercado un gran potencial para sus casas rurales. En cambio, al otro lado de la balanza, Asturias (16,7%), Islas Canarias (13,3%) e Islas Baleares (10%) son las comunidades autónomas en las que menos se arriesga a la hora de llevar a cabo esta especialización.

Este crecimiento en la demanda se debe, en gran medida, a los beneficios que aporta realizar reuniones en un entorno rural. Además de proporcionar un ambiente que se desvincula de lo habitual, ofrece un espacio de trabajo enmarcado en la tranquilidad y el silencio, lo que estimula la concentración y la conexión entre empleados.

Asimismo, estos espacios se preparan para ofrecer una exclusividad total a la empresa. Anna Cano, responsable de Comunicación de Rural Meeting, señala que "este hecho proporciona aún mayor libertad de expresión, asegurando los aspectos de confidencialidad y apertura total de mente".  La organización de estos eventos en un espacio natural aporta la posibilidad de acompañar las reuniones con actividades de cohesión de equipos o de teambuilding para fortificar lazos e incrementar la sensación de pertenencia a la compañía.

Si bien estos establecimientos están dotados con todas las necesidades para realizar una reunión de empresa exigente (pantallas, proyectores, WIFI...), también es posible utilizarlos para actividades detox, una preferencia que se observa en alza. Estas se pueden combinar, además, con talleres de mindfulness, coaching, tai chi, yoga o meditación. "De esta forma, las personas se pueden encontrar con ellas mismas e incrementar su bienestar interno, un estado que facilita las relaciones interpersonales", añade Cano.