Huawei ha presentado una queja en un tribunal de Texas para impugnar la constitucionalidad de la Sección 889 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés), que fue promulgada por el presidente Donald Trump en agosto de 2018. Por la misma se prohibía a los funcionarios gubernamentales, las agencias federales y sus contratistas obtener los equipos y servicios de la tecnológica china. Además, el Pentágono denegó a las empresas minoristas que sirven a las bases militares vender dispositivos tanto de Huawei y como de la también china ZTE.
Huawei argumenta que lo que menciona la disposición en la NDAA está prohibido por la Constitución de Estados Unidos.
“El Congreso de los Estados Unidos ha fallado repetidamente en presentar pruebas para apoyar sus restricciones sobre los productos de Huawei”. “Estamos obligados a tomar esta acción legal como apropiada y de último recurso”, dijo el presidente rotativo de Huawei, Guo Ping, en una rueda de prensa en la sede de la prensa en la ciudad china de Shenzhen.
“Esta prohibición no solo es ilegal, sino que también restringe a Huawei de participar en una competencia justa, que en última instancia perjudica a los consumidores de Estados Unidos”. “Esperamos con interés el veredicto del tribunal y confiamos en que beneficiará tanto a Huawei como al pueblo estadounidense”, continuaba Guo.
Aunque Huawei tenía muy poca participación en el mercado de telecomunicaciones de Estados Unidos antes del proyecto de ley de Trump, es el mayor productor mundial de equipos de telecomunicaciones y está buscando estar a la vanguardia del despliegue mundial de redes y servicios móviles de quinta generación (5G).
Huawei ha argumentado durante mucho tiempo que su ausencia en el mercado estadounidense dificultará la competencia en la próxima generación de tecnología de redes móviles, una afirmación que los expertos han cuestionado.
Glen Nager, abogado principal de Huawei, dijo al canal CNBC que la ley estadounidense está “perjudicando a los clientes de Huawei en Estados Unidos”.»Esto está dañando la reputación de la compañía y está limitando la capacidad de Huawei para proporcionar sus productos innovadores, incluyendo 5G, a los consumidores en Estados Unidos”, agregó Nager.
“Levantar la prohibición de la NDAA le dará al gobierno estadounidense la flexibilidad que necesita para trabajar con Huawei y resolver problemas de seguridad reales», dijo Guo Ping.
El Gobierno estadounidense afirma que los productos de Huawei son una amenaza para la seguridad nacional del país. Además, el gigante de tecnología enfrenta cargos penales del Departamento de Justicia, que lo ha acusado de robar secretos comerciales y burlar las sanciones de Estados Unidos a Irán.
La tecnológica china afirma que Trump incluso está tratando de convencer a otros países de expulsarles de sus territorios por supuestos riesgos de espionaje. El fundador y presidente ejecutivo de Huawei, Ren Zhengfei, han negado repetidamente las acusaciones de que su empresa es un riesgo para la seguridad, y ha dicho que nunca ha compartido y nunca compartirá datos con el gobierno de China.
En su demanda, Huawei ha expuesto, además, que sus «equipos y servicios están sujetos a procedimientos de seguridad avanzados, y no se han documentado vulnerabilidades de seguridad en ninguno de los más de 170 países del mundo donde se utilizan sus productos”.
A todo esto se une que Meng Wanzhou, directora de finanzas e hija del CEO Ren Zhengfei, que se enfrenta a la extradición por parte de Estados Unidos, ha iniciado un proceso judicial contra las autoridades canadienses alegando que el año pasado la arrestaron, la detuvieron y la registraron en violación de sus derechos constitucionales.
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