En el contexto de mercado en el que estamos mersos, donde la Covid-19 sigue siendo una gran preocupación ahora con la variante Delta y con todas las miradas posadas sobre la actuación que va a llevar a cabo los bancos centrales, no es de extrañar que muchos inversores quieran evitar la volatilidad.
Y es que el miedo al tapering, los mensajes no demasiado claros de la Reserva Federal estadounidense y el boom de inversión en las criptomonedas, han hecho que se respire la intranquilidad en el ambiente financiero.
Un buen ejemplo de ello es el caso de la veterana y famosa criptomoneda bitcoin, los movimientos del mercado han sido inesperados y han estado marcados por la negativa de países como China de permitir su uso así como declaraciones llamativas del CEO de Tesla Elon Musk, que si bien se declaraba el mayor defensor del token digital hace tan solo unos meses, ahora se ha posicionado como su mayor contrario argumentando la gran huella de carbono que genera su minería.
Fuente: Investing
Tanto es así que al esperar volatilidad tanto en los tokens digitales como en los movimientos de divisas, entre otros, los expertos aluden a refugiarse en activos refugio. Desde la plataforma Coininvest aluden a los metales, concretamente haciendo hincapié sobre el oro y la plata.
“El valor seguro de los metales preciosos, con una tendencia alcista hasta final de año, convierte a estos activos en la mejor alternativa para el criptoinversor desengañado”, señalan desde la plataforma.
Inversiones con rasgos similares
“De hecho, es habitual que en su cartera se complementen ambos productos, ya sea por separado o en la figura de las stablecoins respaldadas por metales preciosos. Pero las últimas y más que relevantes turbulencias de las cripto han devuelto el protagonismo a las materias primas, y más concretamente a los metales preciosos, cuya rentabilidad aumenta cada año dada su permanente demanda en la industria”, insisten.
Las claves del camino desde las criptomonedas hacia los metales
En primer lugar, los expertos de Coinvest recalcan la diferencia entre la volatilidad a las que están expuestas las criptomonedas con la estabilidad que aportan los metales preciosos en su precio, pues sus movimientos son mucho más moderados.
Fuente: Investing
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La segura de las claves es que mientras que las criptomonedas se utilizan a menudo como una inversión especulativa, con solo un corto período de posesión del activo en sí, el oro y la plata se realizan como inversión a largo plazo. “Su posesión, si bien no garantiza una rápida rentabilidad elevada, sí reduce la exposición a grandes pérdidas”, explican.
Por otro lado, hay que tener en cuenta, como en muchos ámbitos de la vida, el componente psicológico, donde lo físico y tangible de los metales preciosos nos proporciona una mayor sensación de tranquilidad que un registro online, como puede ser el caso de las criptomonedas.
Además, también debemos tener en cuenta el punto de la aceptación, pues la legalidad de los tokens digitales aun es discutible en muchos lugares mientras que los metales preciosos se pueden convertir fácilmente a cualquier divisa, e incluso son aceptados como medio de pago en cualquier país del mundo.
Una previsión alcista
Desde Coinvest insisten en que además de todo lo comentado, estamos en el momento propicio para entrar en el mercado de metales como el oro, la plata y el platino, debido a que han experimentado una corrección significativa después del lanzamiento de las primeras vacunas. “Esto supone una inmejorable oportunidad de compra a un precio mucho más bajo que durante las primeras semanas de la pandemia, con la previsión alcista de cerrar en positivo un año más”, inciden.
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2021-06-30 16:18:12