La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha sido tajante. Durante la conferencia que celebró ayer el Eurogrupo, la mandataria advirtió a la Unión Europea de que sin una respuesta «coordinada y urgente», los efectos derivados del coronavirus pueden desembocar en un escenario similar al acontecido en 2008. No obstante, puntualizó que, con la respuesta adecuada, puede tratarse de algo temporal.
La exgerente de la economía mundial también añadió que el BCE se encuentra examinando todas las medidas que tiene a su alcance, con el objetivo de facilitar financiación barata y preservar la liquidez del sistema. Pero para garantizar que éstas funcionan, los gobiernos de la Eurozona deben asegurar que los bancos prestan a las empresas afectadas, según ha comunicado a Bloomberg una fuente cercana a esos comentarios.
Esta es la primera prueba de fuego a la que se ve sometida Lagarde tras tomar las riendas de la economía de los 27 el pasado mes de noviembre. Está previsto que el Consejo de Gobierno de esta institución se reúna mañana, después de que los principales bancos centrales mundiales hayan anunciado bajadas de interés para mitigar e impacto del Covid-19. A la Reserva Federal el pasado lunes, se ha unido el Banco de Inglaterra con un recorte de medio punto.
Sin embargo, a diferencia de estas instituciones, el banco con sede en Frankfurt apenas dispone de margen de maniobra para actuar con unos tipos cero y una facilitad de depósito en negativo. En la ruleta de apuesta, los mercados barajan desde una posible rebaja de diez puntos básicos a otro LTRO.
2020-03-11 10:38:09
