¿Qué es esto del ransomware que acapara titulares relacionados con ciberataques y que deja fuera de combate a ministerios, hospitales, universidades y muchísimas otras empresas de todo el mundo? El ransomware es uno de los problemas de ciberseguridad más temidos, ya que un secuestro digital o una exposición de información sensible puede tener efectos catastróficos […]
Dirigentes Digital
| 05 abr 2023
¿Qué es esto del ransomware que acapara titulares relacionados con ciberataques y que deja fuera de combate a ministerios, hospitales, universidades y muchísimas otras empresas de todo el mundo?
El ransomware es uno de los problemas de ciberseguridad más temidos, ya que un secuestro digital o una exposición de información sensible puede tener efectos catastróficos y devastadores en el desempeño de las organizaciones afectadas, y tal como queda reflejado en nuestro último informe sobre las 10 principales amenazas para la ciberseguridad de las empresas en 2023, se ha convertido en una de las principales ciberamenazas a organismos públicos, infraestructuras críticas y empresas privadas.
El ransomware es un tipo de malware cuyo objetivo es el de cifrar archivos y documentos haciendo imposible que el usuario pueda abrir programas o documentos con normalidad. No se trata solo de que el sistema empiece a funcionar mal, sino de que todo el contenido pueda verse comprometido o incluso desaparecer. Para solucionarlo, se solicita a la entidad pagar “un rescate” y así obtener la clave para descifrar el equipo y poder usarlo como antes. La mayoría de las infecciones por ransomware se producen porque el usuario abre una aplicación o un programa malintencionado que puede llegar desde cualquier fuente, las más habituales son los navegadores web o el correo electrónico. Todas las entidades públicas y privadas pueden ser víctimas de un ataque de este tipo, y cualquiera de sus trabajadores puede convertirse en el vector a través del cual los cibercriminales obtienen acceso a sistemas e información confidencial.
Si evaluamos la seguridad de cualquier organización, es posible identificar vulnerabilidades de seguridad que aumentan las probabilidades de que una empresa sea víctima de un ataque de ransomware. Detallamos a continuación una serie de medidas para detectar y prevenir la evolución de los actuales ataques de ransomware. Estos son los retos comunes a los que se enfrentan los equipos de seguridad y sus organizaciones, y que pueden hacerlos más resilientes a los ciberincidentes:
– Actualizaciones de Seguridad: es fundamental asegurarse de que la gestión de parches esté en el centro de las estrategias de seguridad y mantenerse actualizado de las vulnerabilidades. Cuanto más antiguo es el software, más vulnerabilidades se conocen y puedan utilizarse como vía de entrada.
– Revisar y probar el plan de respuesta ante incidentes: probar y actualizar un plan de respuesta a incidentes con regularidad, utilizando la última información sobre amenazas de ransomware para realizar ejercicios teóricos y simulaciones de prueba es una buena medida de prevención. Las pruebas miden la respuesta a un ataque de ransomware, evalúan las defensas y capacidades para contrarrestar a los atacantes, mantener las operaciones críticas y recuperar un estado de normalidad.
– Un antivirus no es suficiente: los programas antivirus convencionales, basados en firmas de software, han demostrado ser incapaces de prevenir y detectar este tipo de ataques, debido al enorme número de variantes únicas que presenta el ransomware y a su rápido crecimiento. La prevención de los ataques de ransomware debe basarse en una estrategia de seguridad por capas que incluya soluciones de seguridad para correo electrónico, la nube y los dispositivos que utilizan los usuarios.
– Copias de Seguridad: realizar copias de seguridad de los datos es la medida más efectiva para minimizar los daños en caso de ser infectado. La copia de seguridad debe alojarse en un medio externo distinto al del equipo para poder recuperar los archivos desde un sitio “limpio”.
– Implementar sistemas de autenticación fuerte: esto hace que los sistemas sean mucho más resistentes a los agentes dañinos y reduce el riesgo de una mala higiene digital de los empleados en forma de contraseñas débiles, robadas o duplicadas.
– Concienciación de los usuarios: El principal para evitar ataques informáticos, como es el caso del ransomware, es no cometer errores. Formar a los trabajadores en materia de seguridad es imprescindible y ayudará a las organizaciones a protegerse contra una serie de amenazas en constante evolución. Enseñar a los empleados a detectar las señales de ransomware, como pueden ser correos electrónicos dudosos, enlaces o archivos adjuntos sospechosos es primordial.
– Supervisión y monitorización: no es ningún secreto que es necesario contar con personas con las habilidades adecuadas en su equipo para apoyar los esfuerzos de supervisión y mitigación de riesgos para combatir la ciberdelincuencia de manera eficaz. Resulta útil confiar en un proveedor de un centro de operaciones de seguridad (SOC) que se encargue de monitorear y responder a incidentes de seguridad en tiempo real. El SOC utiliza herramientas de seguridad, tecnología de detección y análisis de datos para identificar y mitigar los riesgos de seguridad.
En conclusión, el ransomware es, actualmente, la principal pesadilla que se hace realidad dentro del ciberespacio por sus consecuencias potenciales y los daños que puede ocasionar, desde lo operacional, lo reputacional, e incluso lo físico. La detección y gestión eficaz del ransomware requiere una combinación de educación y tecnología. Es esencial anticipar las tendencias de ciberseguridad para poder reforzar los controles en las empresas y organizaciones públicas. El panorama de la ciberseguridad evoluciona constantemente, por lo que requiere de las empresas sentido común, supervisión y planes de respuesta ante incidentes.