La crisis global que atraviesa el planeta ha sido el catalizador de muchos procesos que conllevarían décadas producirse. El coronavirus ha obligado a poner en el centro de las estrategias la digitalización y a convertirla en una realidad cada vez más presente, que no admite prórroga. De innovación y transformación digital sabe mucho la consultora […]
Dirigentes Digital
| 22 sep 2020
La crisis global que atraviesa el planeta ha sido el catalizador de muchos procesos que conllevarían décadas producirse. El coronavirus ha obligado a poner en el centro de las estrategias la digitalización y a convertirla en una realidad cada vez más presente, que no admite prórroga.
De innovación y transformación digital sabe mucho la consultora Opinno, pero también de crisis, ya que sus inicios se remontan a la anterior recesión del año 2008. En esta ocasión, viven este momento con más valentía y tanto es así que han aprovechado para crecer con la adquisición de la compañía italiana Tree. DIRIGENTES habla con el fundador y CEO de Opinno, Pedro Moneo, que explica cómo hay que afrontar la coyuntura actual sin dejar de lado el componente tecnológico ni la cultura empresarial, si es un buen momento para la innovación y qué palancas son necesarias para caminar hacia la recuperación.
¿Por qué han puesto la mirada sobre la compañía de innovación Tree?
Queremos convertirnos en una consultora de innovación a escala global. La razón por la que nos fijamos en Tree no solo es negocio, sino que realmente es la reputación que tiene. Hay muchas maneras de hacer una búsqueda de un posible socio, pero a nosotros la que más nos gusta es preguntarle a nuestros clientes con quién les gusta trabajar.
Nos hemos encontrado con una empresa que cuida mucho a sus clientes, que hace proyectos muy innovadores y tiene una cultura muy parecida a la nuestra. La cultura es ese pegamento que hace que cuando todo se mueve, hace que las piezas queden bien agarradas. Opinno es una empresa que nació con una crisis en 2008 y ahora nos fuimos a comprar una empresa en plena crisis a Milán. Lo hicimos gracias a nuestro propio espíritu de innovación y cuando las cosas se mueven más es cuando surgen los proyectos más interesantes.
Nacieron en la anterior crisis, ¿se enfrentan a la actual de una manera diferente?
Cuando arrancamos en 2008 no teníamos nada. Este parón es distinto porque ya nos pilla con más recursos y más reputación. Es un momento en el que se ha parado una parte de la actividad, pero en digital se está redoblando la inversión. Es un contexto muy interesante, pero muy desafiante. Hemos respondido a la crisis, no de manera proteccionista, sino valiente. Y ahora que se aceleran las cosas, hemos decidido mirar las oportunidades y estar preparados para responder como una compañía global.
¿Se están enfrentando las empresas a esta crisis de esta forma valiente como indica?
A las crisis hay que responder rápido. Tienes que saber qué acciones ejecutar, para que si llega, poder activarlas el primero. Cuando llega una crisis, aún tienes dinero, a tus empleados enfocados y todavía credibilidad como líder, por lo que tienes que actuar al principio cuando cuentas con todos estos factores.
Hay empresas que sí han tomado decisiones valientes, como aquellas que han adoptado el teletrabajo de manera permanente, han pivotado o cambiado sus servicios de manera rápida también. El futuro que nos espera es global, digital y descentralizado. El que pretenda atravesar esta crisis aguantando la respiración pensando que luego volverá a la normalidad, se va a encontrar con que las cosas han cambiado mucho.
“Es un momento en el que se ha parado una parte de la actividad, pero en digital se está redoblando la inversión”
¿Cómo están acompañando a las empresas en este momento y les están ayudando a impulsar su cambio?
La primera cosa que tiene que hacer una compañía es entender que ya no está en un entorno cerrado y jerárquico. Ahora se trabaja en ecosistema: en un entorno en el que tienes que generar reputación, en el que eres una más, en el que tus valores cuentan mucho. La primera de las tres capas de Opinno se orienta a esto y montamos muchas iniciativas, programas de emprendedores, hackatones, intraemprendimiento… todo orientado a mover el ecosistema para que la empresa pueda mandar señales y recibir respuestas.
La segunda cosa es cambiar su forma de pensar en el futuro. Las empresas tienen que aprender a reeditar el futuro y no decir cómo van a ser de mayores sino a pensar cómo va a ser el futuro. Imaginar cómo va a ser el sector en el que trabajo y ver qué papel podría jugar en ese mañana. Así verás los cambios que acontecerán en tu sector.
Aprender a proyectar el futuro es lo primero y eso tiene tres vertientes: cambiar la cultura de la empresa, las formas de trabajo y los productos y servicios. Cuando se habla de transformación digital, la gente se fija en la palabra digital pero no en transformación, porque ya todo es digital.
La tercera cosa que tienen que hacer las empresas para transformarse es cambiar las tripas tecnológicas. Tienen que tener unas arquitecturas más innovadoras que les permitirán ser más ágiles y colaborar mejor con otras compañías. Esta crisis ha acelerado mucho la adopción de la tecnología cloud.
¿Las empresas innovan lo suficiente? ¿Saben verdaderamente qué implica?
Sí, muchas empresas estaban ya inmersas en estos procesos. Otras han llegado tarde, pero todavía están a tiempo. Esta crisis es un proceso de selección natural bestial para las empresas. Se va a llevar por delante un montón de compañías y va a dar capacidad de crecer a muchas otras. Va a renovar mucho el panorama.
Me preocupa que las crisis, según potencian la digitalización, eliminan las fronteras. Había empresas que no eran muy modernas, pero estaban protegidas porque las compañías extranjeras no entraban en España. Por ejemplo, puedes tener un banco o una aseguradora pequeña y vivías del comercio local, pero en el momento en el que Facebook o Amazon lancen un banco o un seguro, no tienes cómo protegerte de ello, y la única manera es que de verdad las empresas hayan hecho los deberes y sean muy modernas.
¿Esta crisis es un buen momento para la innovación y la transformación digital?
La innovación es algo que sucede en dos ocasiones: cuando estás aburrido y tienes tiempo libre o bien cuando estás mal y necesitas sobrevivir. La innovación de ocio es muy pomposa, visual y creativa, pero no resuelven un problema actual y les resulta difícil coger tracción (lavadora que habla, coche que te habla). Las guerras han sido grandes periodos de innovación. Ahora mismo estamos en una y se está acelerando la innovación porque se para el país y va a tener que apresurarse la firma electrónica de documentos públicos, la telemedicina o la colaboración entre empleados para trabajar. En momentos de necesidad, hace que tengas permiso para romper cosas que están ancladas en el status quo. Es el mejor momento para pescar talento.
¿Qué aconsejaría a una empresa que quiere llevar a cabo un proceso de transformación digital?
En estos momentos hay mucho talento disponible que puede trabajar contigo, asesorarte y darte buenos consejos. Por otro lado, las grandes empresas proveedoras de tecnologías (Salesforce o Amazon) también tienen soluciones para pequeñas empresas y puede ser interesante investigar qué soluciones de las que tienen las puedes aplicar de manera fácil a tu negocio. Esas políticas de alianzas vienen muy bien. Finalmente, estar pendiente de las tendencias que van llegando para adoptarlas.
¿Cuál sería la clave para salir de la crisis y entrar en la recuperación?
En el largo plazo, pienso en sostenibilidad en el sentido amplio. Esto significa que tu empresa lo sea en cinco años, que tu estructura de talento se mantenga y crezca o que tengas unas relaciones honestas con los clientes para buscar su bien. Todo esto también se debe extrapolar al medio ambiente.
Hemos vivido con una mentalidad de corto plazo, quemando los vagones del tren para alimentar la locomotora y nos estamos quedando sin madera. Ser responsables y sostenibles es rentable.