Cambiar el mundo desde la reflexión, no desde la competición. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de un encuentro organizado por Madrid Network, en el que se ha abordado la importancia de la tecnología y la innovación en la sociedad. El papel femenino en el ecosistema emprendedor español todavía tiene una relevancia menor, […]
Dirigentes Digital
| 13 abr 2021
Cambiar el mundo desde la reflexión, no desde la competición. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de un encuentro organizado por Madrid Network, en el que se ha abordado la importancia de la tecnología y la innovación en la sociedad. El papel femenino en el ecosistema emprendedor español todavía tiene una relevancia menor, a pesar de que las empresas lideradas por mujeres son “más duraderas, rentables y sostenibles”. Por ello, a lo largo de esta jornada también se ha reflexionado sobre la trascendencia de romper con los estereotipos existentes, cuyo peso es visible aún a día de hoy en diferentes ámbitos.
En las sociedades occidentales, las barreras culturales relacionadas con la dicotomía existente entre las letras y las ciencias es una realidad. Por este motivo, cada vez más expertos apuestan por un cambio de mentalidad y una “hibridación” de la tecnología con el arte y todo tipo de profesiones y formaciones académicas. En este sentido, con el fin de acercar la parte más técnica al conjunto de la población, los colegios e institutos juegan un rol fundamental a la hora de actuar como agentes del cambio social.
Desde la Asociación de Parque Científicos y Tecnológicos de España (APTE), su directora gerente, Soledad Díaz, destaca que, al contrario de lo que se pudiera pensar, el interés por la digitalización está “decreciendo” entre los nativos digitales. Así, pese a que la vida de este colectivo se mueve aparentemente alrededor de las nuevas tendencias, después “no se interesan por lo que hay detrás de esas tecnologías”.
Por este motivo, en APTE resaltan la importancia de llevar a cabo una evolución en el sistema educativo, encaminada hacia un modelo que muestre la tecnología desde el punto de vista del programador, el desarrollador o el diseñador, en lugar de desde los ojos del usuario. De esta forma, se pretende promover entre los estudiantes la ambición por querer conocer el funcionamiento de las herramientas para mejorarlas y perder así el miedo a las nuevas tecnologías.
Así las cosas, la directora general de Alastria, Montse Guardia, advierte sobre la existencia del prosumer -término derivado de las palabras professional y consumer-, basado en un nuevo modelo en el que “yo produzco lo que consumo”. Y, además, explica de qué manera la tecnología está inmersa en todos los sectores y su interactuación con ella es una necesidad para cualquier empresa encaminada al progreso.
Ante este panorama, un ejemplo visible se puede contemplar en el mundo de la literatura. “Si quieres ser un buen escritor y publicar, vas a tener que utilizar un procesador de textos”, comenta Guardia. Y, si además dominas uno que disponga de Inteligencia Artificial, “tu texto va a poder llegar a más gente, más rápido y de una forma más económica”, posicionándote mucho más rápido que otra persona que no domine la herramienta.
A lo largo de la mesa de debate titulada Tecnología, innovación y emprendimiento en femenino, en la que también han participado en su organización Moneyoak y SpaceStart up, las expertas también han reflexionado sobre la necesidad de dejar de asociar el emprendimiento a la “inestabilidad”, principalmente entre las mujeres. Unido a esta idea, el mundo empresarial tampoco debe “desechar” el talento sénior o el de las personas discapacitadas, y debe potenciar las soft skills, tan demandadas y reclamadas por los reclutadores en los últimos años.