El avance tecnológico siempre ha estado estrechamente vinculado con el deporte y la historia de los Juegos Olímpicos es un ejemplo de ello. El desarrollo de la primera edición de la Edad Moderna, celebrada en la ciudad griega de Atenas, en 1896, marcó el pistoletazo de salida de un evento que, en cada edición, muestra […]
Dirigentes Digital
| 29 jul 2021
El avance tecnológico siempre ha estado estrechamente vinculado con el deporte y la historia de los Juegos Olímpicos es un ejemplo de ello. El desarrollo de la primera edición de la Edad Moderna, celebrada en la ciudad griega de Atenas, en 1896, marcó el pistoletazo de salida de un evento que, en cada edición, muestra al mundo las novedades más importantes que se han logrado, con la intención de mejorar la experiencia tanto de los atletas de cada disciplina como la experiencia de los espectadores. En 1912, en los Juegos de Verano de Estocolmo, la innovación sorprendió con el uso de cronómetros electrónicos. En 1932, en Los Ángeles, se profesionalizó la forma que hasta entonces se hacía de las mediciones y, en 1964, en Tokio, se puso en marcha Shinkansen, el primer tren bala del país nipón.
Este año, el impacto de la tecnología va mucho más allá con una irrupción que muestra su importancia y afecta a todas las fases de las Olimpiadas como la preparación, dieta y entrenamiento de los deportistas, el control de dopajes o, también, las retransmisiones en alta calidad y las traducciones instantáneas. Bajo esta premisa, la ceremonia de apertura, celebrada la semana pasada, sirvió de ejemplo del grado de innovación que se está viviendo estos días. Así, durante la celebración, 1.824 drones cruzaron el cielo sobre el estadio olímpico tokiota y se alinearon para dibujar una figura del emblema de los Juegos que después se transformó en el planeta Tierra.
Siguiendo esta línea, desde Paradigma Digital, Alberto Serrano y Alberto Grande, responsables de Data e Innovación, respectivamente, analizan el papel de las tecnologías disruptivas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. En su opinión, las novedades que se están aplicando están enfocadas, principalmente, sobre tres ejes: seguridad, mejora de las capacidades de los atletas y perfeccionamiento de la experiencia del público. El primero de ellos cobra una relevancia especial al tener en cuenta el contexto excepcional actual. Por ello, “los dispositivos y el software van a permitir una detección prematura de posibles casos de enfermedad e, incluso, trazar con precisión la dispersión que el virus pueda tener en función de la cercanía con el resto de las personas, de forma que se pueda aislar la propagación”, explican.
En el día a día de los deportistas de élite todo se cuantifica, se mide, se analiza y se estudia para obtener insights “que ayuden al atleta a mejorar”. En este sentido, la tecnología permite realizar este proceso de forma automatizada, teniendo en cuenta un mayor número de parámetros que con los mecanismos tradicionales. Y, asimismo, todas estas mejoras también contribuyen a que la competición sea más “inmersiva para el espectador”.
Para poner estas iniciativas en práctica, los expertos de Paradigma Digital destacan varios campos de actuación. En primer lugar, consideran que la Inteligencia artificial y el machine learning darán servicio al resto de tecnologías. También, apuestan porque el Internet de las Cosas (IoT) y la robotización pondrán en escena elementos como pulseras medidoras, drones o coches autónomos que supondrán un punto de inflexión para su despliegue; mientras que con la realidad aumentada el espectador será el gran beneficiado al permitirle analizar cada detalle de la competición. Un elemento en el que se está poniendo más esfuerzo que nunca al tratarse de unos Juegos en los que por primera vez no hay público in situ.
De esta forma, este tipo de tecnología “permite incorporar información adicional sobre la emisión en vivo”, con la que mostrar desde los aspectos más sencillos como la identificación de los participantes o las estadísticas en anteriores competiciones, a métricas en directo de la propia carrera proporcionando una nueva visión del deporte.
Tal y como ya se ha mencionado, el seguimiento médico es uno de los puntos más destacadas de estas Olimpiadas. A pesar de que haya sido impulsado principalmente debido a la COVID-19, este aspecto repercute de manera directa en el control y seguimiento de los deportistas. Un ejemplo visible se encuentra con el dopaje, al permitir realizar una monitorización sobre los atletas las 24 horas, gracias a las novedades que se han incorporado en la medición no invasiva. “Estamos hablando de medición continua. Por ejemplo, de presión arterial o niveles de glucosa en sangre sin necesidades de punción, que pueden generar alarmas ante desviaciones de niveles que puedan llevar a una mala práctica”, señala Serrano.
Por su parte, respecto al cumplimiento de las reglas, desde Paradigma Digital indican que las tecnologías de visión artificial serán las más “relevantes”. La innovación en esta área está permitiendo “realizar un seguimiento del atleta de manera individualizada de forma automatizada y la detección de anomalías en tiempo real para permitir a los jueces evaluar y actuar si fuera necesario durante el transcurso de la propia competición”.