Además de que la guerra en Ucrania, una clara invasión bélica por parte de Rusia, está suponiendo una gran pérdida en materia humanitaria y diplomática y que cambiará nuestra forma de ver la geopolítica del mundo entero, esta también tiene consecuencias desastrosas para la economía mundial. Crecimiento débil y alta inflación Así, y después de […]
Además de que la guerra en Ucrania, una clara invasión bélica por parte de Rusia, está suponiendo una gran pérdida en materia humanitaria y diplomática y que cambiará nuestra forma de ver la geopolítica del mundo entero, esta también tiene consecuencias desastrosas para la economía mundial.
Así, y después de que las economías del globo vieran algo de luz en la nueva normalidad post-covid, ahora la ofensiva de Putin está dejando unos números desastrosos para el crecimiento. Tanto es así que Chris Iggo, CIO Core Investments de la gestora de fondos AXA Investment Managers, advierte que “el crecimiento va a ser más débil y la inflación más alta”.
Además Iggo insiste en que, en relación a la política monetaria, “las perspectivas no son tan claras como antes” ya que “las necesidades de endeudamiento de los gobiernos podrían aumentar y, en consecuencia, contribuir a tipos de interés más altos en el futuro”.
“Las cosas aún podrían empeorar y eso aún podría reflejarse en una mayor caída de la renta variable, del euro y de la rentabilidad crediticia”, asume el experto.
Y en lo respecta a las perspectivas de la Eurozona, el horizonte no es mucho más alentador que en los análisis de la globalidad.
Tanto es así, que los expertos de Bank of America (BofA), y en lo que respecta a las consecuencias de la guerra en Ucrania, recortan sus previsiones de PIB para el bloque del viejo continente al 2,8% (-70 puntos básicos) y al 1,7% (-50 puntos básicos) para 2022/23.
Pero además de ello, los expertos de BofA recalcan que la fuerte respuesta de Europa, a pesar de los grandes costes para su propia economía, les hace ser optimistas sobre la posibilidad de un apoyo fiscal conjunto. “Es improbable que la cumbre de la UE de esta semana arroje un resultado factible, pero es una señal de que el debate está en marcha. Suponemos que la mitad del impacto económico será amortiguado por la política fiscal, en última instancia”.
En lo que respecta a la política monetaria del BCE, los analistas de la entidad esperan que el QE finalice en el tercer trimestre de 2022 y que además, que la primera subida de tipos, de un total de cinco para finales del 2023, se produzca en diciembre del 2022.
Y si hay que tener algo muy en cuenta es que las sanciones impuestas desde occidente a Rusia, como forma de castigar sus ataques a Rusia, también van a tener un claro impacto en la economía del país de Putin.
Ante este panorama, el analista de AXA IM indica que, desde que comenzó la invasión en Ucrania, las clases de activos con mejor rendimiento “han sido los bonos vinculados a la inflación en euros, los bonos gubernamentales de larga duración, las acciones estadounidenses de mediana capitalización, el Nikkei y las acciones de valor en general”.
Y concreta: “Dentro de las acciones, Estados Unidos ha superado a Europa, y el sector energético ha tenido el mejor rendimiento y el sector financiero el peor. La renta supereconómica en los precios de la energía y el potencial deterioro de activos, impagos y mayores provisiones en algunos bancos explica esa divergencia”.
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