Parece razonable suponer que el rendimiento futuro de las acciones será más modesto, tras un “periodo de 10 años en el que el S&P 500 ha proporcionado una rentabilidad total del 250% (en dólares estadounidenses) y las acciones globales han más que duplicado su valor”, asegura Alex Tedder, responsable de renta variable global de Schroders. Teniendo claro esto como base, desde esta gestora consideran que las empresas infravaloradas y cíclicas se pueden volver a ver favorecidas después de un largo período de bajo rendimiento, “especialmente aquellas que se reestructuran y se reubican para hacer frente a los retos de la próxima década”.
Valoraciones atractivas
Para Alex Crooke y George Maris, responsables adjuntos de renta variable de Janus Henderson Investors, en este 2020 es importante fijarse en las valoraciones y detectar empresas con fundamentales sólidos que cuenten con valoraciones atractivas. Recuerdan que durante buena parte de 2019, los inversores han respaldado los valores defensivos, pero que en septiembre se produjo una clara rotación hacia títulos cíclicos pasados por alto. “¿Sugiere este giro en la percepción que los inversores dejarán de pagar cualquier precio por la ‘seguridad’?” , se preguntan. Alvaro Sanmartín, economista jefe de MCH Investment, lo tiene claro. Cree que esa tendencia a favor de los cícliclos “se va a consolidar en 2020 por lo que cree que hay que hacer una recomposición sectorial en favor de este tipo de valores”.
Para James Sym y Martin Skanberg, gestores de renta variable europea de Schroders, los datos económicos del sector manufacturero siguen siendo débiles. Sin embargo, “la reciente mejora de la cotización de estas acciones puede ser una señal de que el mercado está empezando a mirar más allá de la actual debilidad y a centrarse en la recuperación futura”. Consideran que podemos encontrarnos en un punto de inflexión en el ciclo, “con una recuperación mundial más sincronizada prevista para 2020”.
Mientras, desde BlackRock señalan que han pasado de “una postura moderadamente más cíclica, desde la más defensiva que adoptamos en nuestra perspectiva de mediados de año 2019”. Destacan que “los activos cíclicos han tenido un rendimiento muy inferior en los últimos años” y, por tanto, “una reafirmación en el comercio mundial y el gasto de capital deberían allanar el camino para un mayor rendimiento de los mismos”.
¿Qué compañías?
Los gestores de Schroders ven oportunidades en acciones europeas sensibles al ciclo de áreas del mercado que no son muy valoradas. En este sentido, creen que “el petróleo y el gas constituyen sectores en los que existe un potencial significativo, donde muchas empresas están negociando con valoraciones muy bajas. Sin embargo, creemos que podrían estar en las primeras etapas de una recuperación, con la mejora de los plazos de las plataformas y un aumento de la inversión de las grandes petroleras”. Junto a ello, entienden que la banca puede ser interesante tras el valor que han perdido bajo el argumento de los tipos bajos, aunque tampoco dejan de lado sectores que sí se han revalorizado, como la tecnología.
Por su parte, Ignacio Cantos, director de inversiones de atl Capital, cita a valores cíclicos que han estado muy presionados en 2019, caso de Acerinox, ArcelorMittal o Ence, valores que “deberían hacerlo mejor que en el último año”, pero también menciona Cie Automotive o Gestamp en el sector automovilístico. Eso sí, tiene más dudas con las utilities o con la banca, dado que este último sector está barato pero tiene todavía complicado elevar los ingresos. De este modo, “se iría más a valores como Telefónica porque mantiene también una importante generación de caja y parte de unos niveles bajos”.
Desde Credit Suisse aseguran que cuentan con razones de peso para mantener la sobreponderación en los los cíclicos europeos, en concreto, en valores de construcción, piezas de automóviles y, tácticamente, los bancos minoristas. Además, señalan que cuentan con un “posicionamiento más prudente en cuanto a los valores cíclicos de EE. UU.”.
2020-01-07 06:06:31