El escenario de mercado actual es complejo para muchos sectores. Por un lado, la inflación se encuentra en máximos de los últimos 40 años y, por el momento, todavía no ha tocado techo. Al mismo tiempo, los precios de las materias primas, y de los metales en particular, se ha disparado y continúa siendo alcista. […]
El escenario de mercado actual es complejo para muchos sectores. Por un lado, la inflación se encuentra en máximos de los últimos 40 años y, por el momento, todavía no ha tocado techo. Al mismo tiempo, los precios de las materias primas, y de los metales en particular, se ha disparado y continúa siendo alcista. Como tercer elemento, los problemas en las cadenas de suministro siguen representando un contratiempo para la producción de muchos productos. Sin embargo, la industria automovilística, lejos de sufrir, está presentando datos interesantes.
“En el sector automovilísticos estamos viendo beneficios récord con valoraciones en mínimos históricos. Teniendo en cuenta todos los problemas que estas compañías vivieron en 2021, se han convertido en una buena opción de inversión”, señalan Juan Cánovas y Alberto Sánchez, Gestores de Renta Variable de Altair Finance.
Las interrupciones en la cadena de suministro han supuesto un riesgo que parece manejable para la producción de automóviles. La estimación más reciente de IHS era de 2,5 millones de unidades perdidas en 2022. Por lo tanto, “hemos recortando nuestra previsión de producción global y ahora esperamos un crecimiento interanual de más del 6%, lo que derivaría en una producción de 81 – 82 millones de vehículos”, comenta Stefan-Günter Bauknecht, Portfolio Manager Equities de DWS. Esa producción supondría un aumento de doble digítico con respecto a lo producido en 2021.
En cuanto a la demanda de los consumidores, se espera una ralentización con respecto a lo registrado en 2021. Aunque, por el momento, no hay datos que señalen un freno en este sentido. “Seguimos creyendo que los bajos niveles de inventarios y la demanda reprimida deberían limitar en última instancia el daño a los precios; sin embargo, no se pueden descartar nuevos recortes de producción debido a la interrupción de la cadena de suministro. Por lo tanto, los objetivos de márgenes, especialmente para los proveedores, parecen más difíciles de alcanzar y ya hemos incluido en nuestras hipótesis un golpe de margen de 100-200 puntos básicos con respecto a 2021”, comenta Bauknecht.
Para, Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, los fabricantes de automóviles se encuentran en un punto óptimo de recuperación de volúmenes y precios sólidos. El experto señala que se pronostica que esto impulsará el crecimiento de los beneficios tres veces superior a la media mundial este año y es necesario para financiar el costoso giro hacia los vehículos eléctricos. “Pero la industria en general, desde los minoristas, como CarMax, los prestamistas como Ally (ALLY) y los arrendatarios como Avis (CAR), pueden haber visto su mejor momento”, comenta.
Por todo ello, según el Portfolio Manager Equities de DWS los fabricantes de automóviles están mejor situados que los proveedores debido a sus contratos de abastecimiento de materias primas a más largo plazo, y tienen cierto poder de fijación de precios dada la escasa oferta de vehículos. “En concreto, pensamos que los fabricantes alemanes de primer nivel están mejor protegidos por su elevado poder de fijación de precios, por lo que sus perspectivas para 2022 entrañan mucho menos riesgo que las de los operadores de volumen”, señala.
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