Los mercados suelen ser un buen termómetro para advertir de la salud de la economía. Durante las últimas semanas hemos visto una clara tendencia bajista en las bolsas, que, aunque parece que se está revirtiendo en las sesiones más recientes, hace pensar que se avecina una entrada de la economía en los números negativos. Sin […]
Los mercados suelen ser un buen termómetro para advertir de la salud de la economía. Durante las últimas semanas hemos visto una clara tendencia bajista en las bolsas, que, aunque parece que se está revirtiendo en las sesiones más recientes, hace pensar que se avecina una entrada de la economía en los números negativos.
Sin embargo, existe discrepancia por parte de los expertos sobre qué tipo de recesión podemos esperar. Si se tratará de una recesión técnica o caminamos hacia algo más profundo. Y, sobre todo, preocupa qué tipo de recuperación o de salida puede esperarse de la misma. En Dirigentes, hemos preguntado a los expertos, para que arrojen luz ante el futuro más inmediato que se puede esperar de una economía que se encuentra ya debilitada.
Ángel Olea, socio y director de inversiones en Abante Asesores, se ha mostrado seguro de la probabilidad de que la economía se encamine hacia una recesión en los próximos meses ya que, aunque la principal preocupación de los bancos centrales sigue siendo la inflación, están abogando por calibrar las próximas subidas de tipos de interés ante una desaceleración del crecimiento económico.
Según Olea, el tipo de recesión -siguiendo el esquema de recesiones pasadas- sería autoinducida por los bancos centrales y “no se espera, de momento, que sea ni muy larga ni muy profunda”.
Los mercados, según el director de Abante, considera que por ahora el mercado mantiene un temor más inflacionista que hacia la recesión pero que es probable que en no mucho tiempo estos miedos viren hacia la recesión.
En cuanto a la recuperación que podemos esperar tras la recesión, Ángel Olea ha apostillado que “igual que no se espera una recesión profunda, tampoco deberíamos esperar una muy fuerte recuperación económica posterior”. En este sentido, los tipos de interés se estabilizarán en niveles más altos de los que hemos estado acostumbrados a ver en los últimos años y constatará que es contraproducente mantener los tipos al 0% durante tanto tiempo, por parte de los bancos centrales.
La economista Senior de Funcas, Mª Jesús Fernández, coincide con la idea de que la recesión “es algo ya descontado” ya que por razones de oferta y demanda “las empresas tienen que paralizar su producción” al no poder afrontar los costes de producción a los que están operando, a lo que se suma que “los consumidores van a retraer su gasto” ante una pérdida de capacidad adquisitiva derivada de la inflación.
Para la economista de Funcas, la incógnita se encuentra en “la magnitud y la duración de la recesión” y relaciona ambos factores con la evolución del precio del gas.
“Ahora las reservas europeas están a un nivel muy bueno, por encima del 90%, de modo que parece que, salvo que el invierno sea muy duro, o se produzcan sabotajes, el peor de los escenarios estaría descartado”, ha explicado Fernández. Sin embargo, habrá que esperar a que pase la temporada de invierno para ver si el precio del gas se relaja, aunque los futuros, afirma, “siguen esperando precios muy superiores a los normales”. La magnitud de la recuperación dependerá del nivel que alcance el precio del gas. “Cuanto más dure la situación actual de escasez y precios elevados, más larga será la crisis y más se tardará en volver a la normalidad”, ha añadido Mª Jesús Fernández.
La economista de Funcas advierte, además, de la pérdida de competitividad frente a otros países que no están sufriendo un encarecimiento de los costes energéticos de la misma magnitud. “Si la situación se prolonga demasiado, muchas actividades europeas podrían perder cuota de mercado en favor de otros países”.
La gestora Muzinich & Co coincide con que la economía de Estados Unidos se está ralentizando “pero puede que esto no sea suficiente para que la Fed detenga su ciclo de subidas”. En este sentido, no tienen tan claro “que se produzca una recesión”.
El equipo de análisis de Generali Investments, por su parte, apuesta por que “el crecimiento en EE.UU. se desacelerará notablemente los últimos meses del año” y apuestan por una probabilidad de recesión de hasta el 60% para el primer semestre del año 2023. Afirman que precisamente el endurecimiento de la Fed y la desaceleración de la economía serán los temas “clave” para los mercados durante los próximos meses.
Para finalizar, el analista macro de Fortage Funds, Rafael Ojeda, aporta la visión más pesimista de los analistas consultados por Dirigentes, ya que considera que las instituciones como el FMI o los bancos centrales, entre otros, van “cambiando el discurso que van planteando”, lo que no ayuda a hacerse una idea de la envergadura que tendrá la próxima recesión económica.
“El mundo no está preparado para que nos digan que la inflación va a ser persistente, que probablemente estemos en estanflación y que probablemente podamos tener una recesión dura”, ha aseverado. “Los mercados aceptarían de muy mal grado la realidad”.
Ojeda advierte que “estamos en un escenario bastante complicado” en cuanto a inflación se refiere y “EE.UU. y Europa van a estar condenados a subir los tipos de interés bastante más de lo que habían previsto”.
El analista de Fortage Funds considera que la única forma de enfriar la economía es inducir a una recesión técnica para bajar la inflación. Pero, mantiene, “que la inflación va a ser mucho más persistente y va a haber mucho más dolor”. Además añade otros factores a tener en cuenta como el periodo de elecciones recientes en Italia, las previstas para el año que viene en España o la guerra económica “no declarada” entre China y EE.UU., entre otros, que no ayudarán a mejorar la situación.