En el contexto actual en el que nos movemos de cuellos de botella de suministros, problemas de escasez energética e instauración, cada vez más clara, hacia la sostenibilidad, las materias primas vinculadas a la transición energética son protagonistas. Y es que, pese a que hay muchos titulares que hace protagonista a esta ola eco, lo […]
BolsasEn el contexto actual en el que nos movemos de cuellos de botella de suministros, problemas de escasez energética e instauración, cada vez más clara, hacia la sostenibilidad, las materias primas vinculadas a la transición energética son protagonistas.
Y es que, pese a que hay muchos titulares que hace protagonista a esta ola eco, lo cierto es que los datos reflejan, tal y como indica, Robert Minter, Director de Estrategia de Inversión en ETFs de abrdn, “desde el punto de vista estadístico, la transición ecológica ni siquiera ha comenzado”.
Para Minter, la transición energética es uno de los mayores y más costosos proyectos que el ser humano ha intentado jamás. “En los próximos años, una parte sustancial del PIB mundial se utilizará para cambiar la producción de energía de los combustibles fósiles a los metales industriales y los materiales de las baterías. A menos que sea carpintero, no se distraiga con los precios de la madera, invierta en lo que cree que será el futuro”, asegura.
Y es que tal y como comenta Minter, el cobre es crucial en esta transición ecológica pues cada vehículo eléctrico tiene entre tres y cinco veces el contenido de cobre de un vehículo tradicional, con una media de 90 kilos.
Pero esta materia prima también es crucial para los cargadores domésticos y públicos que alimentarán estos vehículos. Está en los generadores de electricidad y en las propias líneas de transmisión que la suministran. Una sola turbina eólica de 3 megavatios puede contener hasta 4,7 toneladas de cobre. Los paneles solares pueden utilizar 5,5 toneladas de cobre por megavatio de capacidad de generación. “Las baterías de almacenamiento en la red, necesarias cuando se utilizan fuentes de generación interrumpibles como la eólica y la solar, utilizan hasta 4 toneladas de cobre por megavatio”, puntualiza el experto de la gestora.
Eso sí, el entendido reconoce que la producción de minas de cobre no es fácil de aumentar pues esta tarda entre cinco y diez años en entrar en funcionamiento. “Hay al menos una mina, iniciada en 2011, que aún no ha entrado en producción”, explica para añadir: “Richard Adkerson, director general del líder de la industria del cobre (Freeport McMoRan) declaró recientemente que, incluso si los precios del cobre se duplicaran de la noche a la mañana, no podría aumentar la producción de las minas durante al menos cinco años”.
Para el experto, el aluminio es otra de las commodities clave en esta transición verde, pero recalca que eequiere una enorme cantidad de energía para producirlo, lo que crea dos dinámicas.
“En primer lugar, es uno de los pocos materiales que es rentable reciclar: hasta el 75% de todo el aluminio producido sigue utilizándose. La segunda dinámica es que China, que produce el 56% de todo el aluminio del mundo, ha limitado su producción para reducir el uso de energía y la huella de carbono del país”, explica para añadir que ante esta situación, el material tendrá que producirse en otros países donde la energía es más cara, lo que seguramente elevará el coste de producción.
“El aluminio es crucial para la transición energética porque hace que los vehículos con motor de combustión interna sean más ligeros y eficientes; también ayuda a los vehículos eléctricos a compensar el peso de las baterías. En la celebración del día de las baterías de Tesla 2020, la empresa explicó que un chasis de aluminio de una sola pieza que integra las baterías en el bastidor iba a ser la base de su propuesta de venta única en el futuro”, matiza.
Por su parte, el níquel se utiliza para fabricar el acero inoxidable necesario para la preparación de alimentos, para la sanidad y también para algunas baterías.
¿Qué puede hacer un inversor frente al complejo escenario que se presenta en 2022?
“El oro ha demostrado ser una cobertura contra la inflación durante décadas y lo hará en el futuro”
El carbono adquiere una posición ventajosa en el mercado de las materias primas
Perspectivas mixtas para los metales este 2022: entre los repuntes y los riesgos